En un clásico vibrante bajo la lluvia, caliente y cargado de situaciones en las dos áreas, Lanús acertó en el segundo tiempo y se dio el gran gusto de ganarle ante su gente a Banfield 1-0.
El clásico estuvo picante con refriegas en varios pasajes de partido, sobre todo en el final, primero entre Diego González y Nicolás Bertolo, luego entre Gaspar Servio y Leandro Somoza y ya sobre el final el arquero visitante fue a buscar al Pulpito.
El clásico comenzó con buen ritmo, y cada uno con sus armas buscaron el protagonismo, Banfield intentando lastimar por los costados con los desborde de Noir por derecha y Bertolo por izquierda.
A Lanús le costó entrar en sintonía, no tuvo un patrón de juego definido y recién sobre los minutos finales se le apareció una buena circulación de pelota con llegada aunque le faltó peso dentro del área.
La salida rápida de Banfield fue lo más importante del equipo de Almeyda y a los 32’ Bertolo definió cruzado apenas desviado.
Lanús logró acertar cuando Braghieri sacó un fuerte remate que iba directo al arco pero en la puerta del área encontró en el camino a Acosta, que le cambió el recorrido hacia Romero y el cordobés convirtió el gol que iba a ser decisivo.
Luego se calentó aún más el juego, y llegaron los cruces que obligaron a la intervención del árbitro Patricio Loustau, y las expulsiones de Yeri y Tagliafico.
Y un final que pudo haber sido candente si no hubieran frenado a Servio, que salió disparado del arco hacia el Pulpito González, consumada la victoria de Lanús.
"No era un partido más"
El DT de Lanús, Guillermo Barros Schelotto, elogió su equipo: “No era un partido más, el clásico está por encima de todo, más allá de los partidos importantes que jugamos en este último tiempo. Quiero felicitar a los jugadores por la entrega que tuvieron y porque dejaron todo.
El partido fue parejo y hubo chances para los dos. Banfield intentó ser más directo, pero nosotros, las cuatro o cinco situaciones que tuvimos fueron de una gran elaboración”, remarcó.
