“Acá estamos. Queremos expresarnos y que se nos escuche. Queremos un cambio de paradigma y queremos igualdad”, es el claro y contundente mensaje que los Juegos Olímpicos de la Juventud le dejan al mundo, no sólo al deporte.
Un mensaje que no sólo llega desde los deportistas, a quienes la arcaica estructura del Comité Olímpico Internacional ya había escuchado, sino también desde el público que le dio la derecha a aquellas actividades que llegan desde la cultura callejera (“somos hippies sobre bicicleta”, dijo el fueguino Iñaki Mazza cuando ganó la medalla de oro en BMX) y no tanto a aquellas que mantienen sus reglas inalterables como la gimnasia artística o el tenis.
Casualidad o causalidad, Juan Carlos Baglietto se presentó en la final del breaking con su “quien quiera oír que oiga”.
El breaking (sin duda la gran estrella de estos Juegos) y toda su filosofía, el básquetbol 3x3 con sus particularidades, el BMX y sus piruetas, la escalada deportiva con su adrenalina y el futsal con su ritmo frenético llenaron todas sus presentaciones quedando gente afuera o haciendo dos horas de fila para poder tener una butaca.
En tiempos de procesadores que vuelan y en dónde lo visual se impone sobre el resto, todo tiene que ser más rápido, más atractivo, menos complicado. Hay otra filosofía y cómo estos jóvenes son el futuro del deporte hay que acostumbrarse a que se vienen grandes cambios y nuevas disciplinas que seguramente se sumarán a las ya nombradas.
¿Los electrónicos? Es posible. Asia ya los incluyó y el COI ha coqueteado con ellos en varias ocasiones.
¿Si los entendidos aseguran que los chicos que hoy empiezan la primaria trabajarán mañana en actividades que aún no se inventaron, porque no debería pasar lo mismo con el deporte?
Los jóvenes ya no quieren tener que juntar 22 para hacer un picado futbolero y por eso el futsal es una opción más atractiva y viable por los espacios, en la misma línea está el hockey césped, el beach voley, el rugby seven y el básquet 3x3 en donde hasta es necesario sólo un aro y poco espacio físico.
Lo del breaking y el BMX da la posibilidad de entrenarse solo y sin exigencias. Que no haya reglas estrictas son otro paso a favor. Pero además se jugaron competencias mixtas en todos los deportes y hay igual cantidad de chicas y varones. Ya nadie ve al otro sexo con desprecio y eso es otro dato fuerte.
La televisión también entendió que el espectáculo onda Instagram (sus videos duran apenas un minuto) es el nuevo negocio porque renueva la atención en forma constante.
Con todas las partes de acuerdo y como estos Juegos son un banco de pruebas para el COI, no hay dudas que hay una nueva era. Se puede estar de acuerdo o no, pero lo que no se puede es tapar el sol con un dedo.
