El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, desdramatizó ayer el aumento que registraron recientemente las expectativas de inflación de analistas y consumidores para este año al sostener que con el correr de los meses "van a bajar" para confluir cerca de la meta del 15%.
“Las expectativas del sector privado pueden ir al alza y luego a la baja, pero en este momento están muy influenciadas no por el cambio de metas sino por la suba de precios regulados”, dijo el funcionario.
Así, el Gobierno estima que en los próximos meses las expectativas se van a enfriar después de haber saltado del 17% a entre el 19% y el 21% en la primera semana de enero, pocas horas después del anuncio de cambio de metas de inflación hasta 2020.
Según Dujovne, las empresas y consumidores no tenían “bien incorporado” en sus proyecciones la suba de las tarifas de electricidad, gas y transporte anunciadas entre diciembre y la semana pasada, lo que motivó el alza de las expectativas.
15% es la meta de inflación 2018. El gobierno confía en lograr ese %, pese al augurio privado del 19 a 21%.
Por ello, cuando "baje la espuma" de esas subas de tarifas, las expectativas "van a bajar", dijo Dujovne y agregó: "Nosotros estamos trabajando para llegar a la meta del 15%".
Así, el jefe de Hacienda se sumó al jefe de Gabinete, Marcos Peña, para salir a trazar un sendero de previsibilidad sobre las variables económicas, principalmente para establecer un techo a las pretensiones salariales de los sindicatos.
El Gobierno tendrá que sentarse a negociar recién en mayo la paritaria con UPCN y ATE, dado que la paritaria del sector público va de junio a junio. Por ello, tendrá que apelar a que los sindicatos más cercanos hagan punta con los acuerdos en torno al 15%.
Voceros de Hacienda reconocen que el objetivo es que no haya cláusula gatillo, porque eso dará un mayor grado de certeza, impactará en las expectativas y ayudará a desacelerar la inflación.
Citan como “un ejemplo”, el primer acuerdo salarial firmado en 2018 entre la Municipalidad de Neuquén y los estatales, con un incremento del 16% en tres cuotas, y sin indexación futura. Es un caso que Dujovne pretende que se tome como “testigo”.
22,6% más ingresos. Según Dujovne, ingresó un 22,6% más de fondos a las arcas públicas en 2017.
Dujovne celebró ayer en una conferencia de prensa en el Palacio de Hacienda que el Gobierno registró un déficit fiscal primario del 3,9% en 2017, sobrecumpliendo en 0,3 punto porcentual la meta del 4,2%.
El rojo fiscal registrado a lo largo de todo 2017 fue de 404.142 millones de dólares, del cual el total se cubrió con la emisión de deuda externa en dólares y euros por parte del ministerio de Finanzas y aportes del Banco Central.
El festejo del ministro fue motivado porque el Gobierno logró un rojo menor al previsto a pesar de que en 2017 contó, en términos relativos, con menos fondos porque ya no tuvo los pesos del blanqueo (que fue en 2016) y siguió devolviendo el 15% a las provincias (Anses).
Un dato destacado es que por primera vez desde 2004, los ingresos crecieron más que los gastos a lo largo de todo un año: mientras que los recursos que ingresaron a las arcas públicas se expandieron un 22,6%, los egresos avanzaron un 21,8%.
