Con la visita del director Francisco Varone y los dos principales protagonsitas del film, Rodrigo de la Serna y Ernesto Suárez, se realizó el lunes el último avant premier de "Camino a la paz" en una de las salas de los complejos de cine del Barracas Open Mall.
Luego de incursionar por varios festivales internacionales como Busan, Chicago, Thessaloniki y Mar del Plata, la cinta argentina llegará a las salas el jueves 7 de enero, aunque les quedaba por presentarla en la provincia donde el director y el actor de "Diario de motocicletas" conocieron a Ernesto Suárez, el actor que interpretaría a Khalil, el abuelo musulmán obstinado por llegar a la capital de Bolivia y motor de la trama que los une por las rutas que unen Buenos Aires y La Paz y que convierte a esta comedia dramática en una película de carretera, una road movie.
Tanto Varone, De la Serna y la productora del film Gema Juarez Allen volaron desde Capital Federal y se juntaron con el maestro Suárez en un hotel frente el Mendoza Plaza Shopping para ofrecer una breve conferencia para la prensa provincial un par de horas antes del preestreno.
En ella, el director y los actores relataron detalles del rodaje de un proyecto que comenzó a esbozarse como idea en 2001 y que le llevó a Varone una década. "Sabía que quería trabajar con Rodrigo desde el primer momento, desde que lo vi en 'Okupas' - relató Varone- . Él me dijo que si desde el comienzo pero faltaba encontrar un actor para el otro personaje clave del guión y ese fue un gran desafío".
Rodrigo agregó: "Quiero viajar filmando, pero le pregunté a Francisco ¿quién va a ser de Khalil? Es un personaje clave. Después, conocí a Ernesto y fue todo empatía inmediata. Somos tipos sentillos que nos apasiona la actuación. El rodaje fue duro. Dormíamos muy poco y siempre le agradecí que nos lleváramos muy bien".
El mismo Suárez reconoció que al principio que la idea de hacer cine no lo entusiasmaba. Recordemos que él rechazó a uno de los roles secundarios del film de Fabián Bielinsky "El aura" por un compromiso relacionado con lo teatral.
"El teatro es lo mío pero cuando me dieron el guión y se vino de Buenos Aires Pancho y Rodrigo a conocerme. Y tocamos la guitarra, cocinamos pastas e incluso vieron 'Lagrimas y risas'. Así me convencieron de hacerla".
La filmación tuvo un paciente diseño de producción. "Había que mover el equipo en varios vehículos, incluso un motorhome para recorrer más de mil kilómetros y combinar las locaciones con precisión. Además, actuaban dos perros y el entrenador viajó también con nosotros para lograr una buena química en el rodaje", describió el director, muy entusiasmado.
"Seba, mi personaje, se hace remisero casi a la fuerza y al principio rechaza la propuesta de Khalil y se muestra en una situación egoísta pero el viaje lo cambia. Los cambia a los dos de alguna manera", definió Rodrigo.
"El título es ideal. Habla de la ciudad en la que mi personaje se va a encontrar con su hermano para viajar después en barco a Arabia Saudita. Pero también es una metáfora de los sentimientos que Sebas y Khalil van compartiendo en esta viaje impredecible", contó Ernesto.
Durante el viaje, en un impecable Peugeot 505 SR, el abuelo se permite recoger personas por la ruta, subir a un perro herido y no deja de pedirle a Sebastián que pare el auto para ir al baño y realizar los rezos.
El tema religioso también tomó relevancia en la charla, ya que Khalil está compliendo una ley de su religión; la de visitar la Meca. Varone lo resaltó: "La influencia del Islam en la película fue personal. Vino de un amigo que luego de años me encontré y me contó su cambio de religión. Hasta fui a una de sus reuniones y quedé fascinado. Ya tenía la idea de Sebas como remisero y lo crucé con Khalil y su religión. Fue la base del film".
De hecho, en una de las escenas, el registro del contacto con una de las ceremonias musulmanas que ambos personajes experimentan en el camino es muy documental, ya que Rodrigo, como su personaje, desconocía los rituales y sus expresiones de asombro, son reales.
"Ernesto aprendió varias frases en árabe, hacer gestos religiosos y los lavados de manos correspondientes. Hasta vio videos que le ayudaron a construir a Khalil para que sea realmente creíble", describió Varone.
Lo próximo de Rodrigo
Al cierre de la charla, informalmente De la Serna se extendió más allá de la película y habló de sus próximos proyectos: "Sigo con mi obra en el teatro San Martín, 'El farmer' (sobre el exilio de Juan Manuel de Rosas), junto a Pompeyo Audivert. Y desde abril comienzo un nuevo rodaje, una película con Oscar Martínez. Además sigo con mi grupo de música Yotivenco, con salidas por los bares y los pueblitos que haya. Toda esa movida que hago con este cuarteto de guitarra y música criolla argentina. Más adelante, el año que viene se estrenan dos películas en la que participé: 'Cien años de perdón', de Daniel Calparsoro, que se estrena en marzo y que comparto la actuación con Luis Tosar. Está llena de suspenso y acción, y la de Jorge Mario Bergoglio ("Llámenme Francisco", de Daniele Luchetti), a quien interpreto entre sus 25 a sus 60 años. Un gran desafío. Fue un gran reto para mi carrera. Cuando uno tiene que encarnar a un personaje histórico hay una gran responsabilidad. Me acuerdo cuando interpreté a José de San Martín, pero el Papa está a la vista de todos y está activo. Eso lo hace más importante aun".
La función
Cerca de las 22 horas, después de una previa en la que los actores y el director tuvieron contacto con público, ellos brindaron y se sacaron fotos con los presentes y luego presentaron la película en la sala.
La proyección mantuvo cautiva a la platea y la despidió con un caluroso aplauso.
