Nadie se hubiera imaginado los problemas en la organización del Dakar 2016. Tras el desembarco en el continente en 2009, la competencia más extrema del mundo pareció encontrar el lugar adecuado tras marcharse de África, donde las amenazas terroristas obligaron a cruzar el océano. El próximo compromiso de la gran aventura estaba destinado a desarrollarse entre Lima, Perú, el paso por Bolivia y definir la prueba en la Argentina, con llegada a Rosario.
Para esta semana se aguardaba el anuncio del nuevo recorrido del Dakar 2016 tras el retiro de Perú, pero complicaciones de último momento postergaron por unos días la presentación del mapa oficial de la carrera. ASO (Amaury Sport Organisation), la empresa que organiza la competencia, pretende mayor colaboración económica por parte de la Argentina (cerca de 6 millones de dólares anuales), ya que ahora tendrá mayor protagonismo con la partida y la definición en el país. Sin embargo, el presupuesto destinado para el "mayor acontecimiento turístico", según el ministro Enrique Meyer, no se alteraría. En ese punto yace el nuevo conflicto de la negociación.
Por primera vez desde 2009, Chile había anunciado su retiro del recorrido luego de los desastres naturales sufridos en ese país. El regreso de Perú, con su arena en lugar del Desierto de Atacama, equilibraba la hoja de ruta. Pero hace tres semanas, Perú dio la sorpresa al anunciar su retiro, debido a los efectos que pueda causar el impacto del Fenómeno del Niño en diversas regiones.
El recorrido que se filtró.
A partir de allí, el propio Etienne Lavigne, director general del Dakar, comenzó una maratónica sesión de reuniones y negociaciones. Intentó reflotar la participación de Perú, dialogó con representantes del gobierno chileno para un posible reingreso y ahora, en Buenos Aires, gestiona mayor participación económica de la Argentina. En los últimos días se difundió un supuesto recorrido, con largada desde la Ciudad de Buenos Aires, con campamentos en Villa Carlos Paz, Termas de Río Hondo, Jujuy, ingreso en Bolivia hasta el Salar de Uyuni, regreso por Salta (día de descanso), Belén, La Rioja, San Juan, nuevamente Villa Carlos Paz y llegada en Rosario.
La organización ya transita tiempo de descuento con miras al Dakar 2016 y, con menores pretensiones de acuerdo a las contingencias sufridas últimamente, deberá cerrar el recorrido que, a diferencia de lo que marca su historia, tendrá menos arena de lo habitual.