El cura que llegó de África a la iglesia de El Plumerillo

El sacerdote, originario de Tanzania, está al frente de parroquia Nuestra Señora de la Misericordia, que agrupa a muchos barrios humildes.

El cura que llegó de África a la iglesia de El Plumerillo

Uno de los sacerdotes extranjeros del clero mendocino es oriundo de África, más precisamente de Tanzania, en la costa este del continente negro.
Se trata de Thomas John Ishengoma, quien como integrante de la Congregación de la Consolata fue destinado a encabezar la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio Espejo, distrito El Plumerillo.

En ese punto de la geografía lasherina, Ishengoma ha sido muy bien recibido por la feligresía de la zona, en atención a su dedicación por las personas, en especial  los niños y jóvenes.

Gabriela Alaniz (30) del barrio Independencia, tiene una definición sobre el párroco. "Es muy involucrado en su tarea,  con un fuerte predicamento hacia los jóvenes y los más chicos. Se preocupa mucho por los niños y en mantener siempre la Iglesia llena de niños y que estos trabajen, se apliquen, progresen. A él debemos el proyecto Infancia Misionera, para menores de 3 años a 8 años, que ha logrado una catequesis coloquial, no tan estructurada..."

En tanto, Mabel Castro (61, B° Independencia) atribuye a Thomas  "el haber influenciado para que  no estemos muy metidos en nuestras casas y salir a misionar, llegando a las personas más necesitadas. Él nos inculca esa forma de actuar, salir de la comodidad de la casa y aproximarse a la gente desprotegida".

De aspecto juvenil y 55 años de edad, el religioso tomó los hábitos hace 2 décadas, luego de haber sido maestro de secundaria en su país de origen. Nació en un remoto pueblo, a orillas del lago Victoria, el tercer espejo de agua dulce más grande de la Tierra.

"Como misioneros -explica en un español muy entendible- tenemos el voto de entrega total a la misión de la Iglesia. En un determinado momento, el padre general de mi congregación me pidió tomar este destino y lo acepté no sin cierto temor".

Confiesa que no conocía nada de Mendoza, pero si tenía presente a la Argentina. El planteo que recibió fue conducir y acompañar la formación  de  jóvenes candidatos a la vocación religiosa y sacerdotal de su orden. Una de las funciones a su cargo es integrar un equipo de pastoral y cooperar en la formación de misioneros, labor en la que no se encuentra acompañado por otros curas y hasta seminaristas en formación.

Sobre su estadía en Las Heras, el padre reconoce que “hay problemas, indudablemente, pero también veo un empeño por trabajar, hay pequeños emprendedores, gente que hace pan o presta determinados servicios, un fenómeno que se ve un poco en mi país, pero no es tan fuerte como acá. Sin embargo, no puedo negar que hay dificultades. Los jóvenes, no todos claro, pero algunos no están bien acompañados ni guiados, y terminan metiéndose en situaciones de riesgo, como la droga, el alcohol y a veces hasta el delito”.

El mismo padre Thomas fue asaltado por un adolescente armado hace un tiempo, en la puerta de la casa parroquial, lo que para él fue un episodio doloroso no por la pérdida de bienes materiales, sino por el desafío que significó no poder acercarse y ayudar a quien tomó un camino equivocado.

"Trabajando entre todos, como familia, como grupo, se pueden evitar estos desvíos. Todo deviene del hogar, cuando el papá o la mamá no tienen trabajo, el chico no asiste a la escuela, estallan un sinnúmero de dificultades, la situación se complica mucho. Entonces, todos la pasan muy mal".

Antes de tomar esta posición en nuestra provincia, Thomas había sido enviado a la complicada región del Cauca, en Colombia, frontera con Ecuador, donde le tocó evangelizar y convivir con poblaciones indígenas, en medio del conflicto armado en el que se han visto involucrados grupos guerrilleros, como las FARC y ELN, bandas criminales de narcotraficantes y el ejército.

"Allí, como en otros lugares, lo que siempre predominó fue la acción en equipo, yo solo no hago nada", aclara. La formación sacerdotal la realizó en su país y en Kenia, y la completó en Madrid (España).

Una de las experiencias enriquecedoras de Thomas fue haber estado cerca del Papa Francisco. Ocurrió cuando el Pontífice realizó su gira africana, en noviembre del año pasado.

"Yo viaje a mi país para visitar a mi familia. En esos días el Santo Padre visitaba Kenia. Decidí ir a verlo. Pude estar cerca de él y escucharlo en su paso por Nairobi. Habló con muchísima pasión contra la corrupción, el tribalismo y fuertemente a favor de la vida. También se dirigió clérigos, religiosos, religiosas y laicos, refiriéndose a la vida consagrada y a la necesidad de aplicarse a ella con mucha entrega y seriedad".

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