Si bien el actual período de gestión del Gobernador de la Provincia es muy corto como para sacar conclusiones, hay aspectos interesantes que se han planteado, que abren expectativas favorables y que quedan a la espera para establecer si las iniciativas alcanzan los resultados concretos.
Esencialmente debemos referirnos a la intención -porque así lo han manifestado los funcionarios- de recuperar el respeto a la autoridad y a los semejantes, un aspecto que se había debilitado durante la última década. Se lo ha anunciado en el plano de la educación y también en el de la inseguridad, aspecto este último que ha calado hondo en la población y que figura en el podio de la preocupación de la gente, junto con la inflación.
En ese esquema preciso, resulta importante la posibilidad de impulsar la figura del Defensor del Policía, tal cual se ha anunciado, como así también la felicitación que el mandatario provincial envió a uno de los agentes del orden que, en cumplimiento estricto de su deber, tuvo activa participación en un episodio ocurrido en Las Heras y que terminó con la vida de un delincuente que poco antes había cometido un delito a mano armada.
Cuando se trata de temas de seguridad, muchas veces la dirigencia política suele actuar de manera visceral. Ocurrió en oportunidad de la muerte de un turista neozelandés, a manos de delincuentes en las cercanías del Estadio Provincial. Fue tal la repercusión nacional e internacional que alcanzó el hecho que los dirigentes políticos tomaron la determinación de "actuar de inmediato". Se puso a pleno el funcionamiento de la comisión Bicameral de Seguridad, en la Legislatura, la que tuvo a su cargo el estudio y consideración de todos los proyectos relacionados con el tema a los efectos de darle un pronto tratamiento.
Entre otras tantas iniciativas, aparecía un proyecto que establecía que el delincuente debía cumplir en su totalidad lo establecido por el juez, a partir de la segunda condena. "Una vez alguien se puede equivocar y, si está arrepentido, es factible que se lo escuche, pero cuando hay reiteración de hechos delictivos ya estamos hablando de una persona que quiere vivir al margen de la ley", dijo el legislador impulsor de la iniciativa. Sin embargo, con el correr de los días y a medida que el tiempo fue cerrando el recuerdo de la muerte del turista, se desaceleró la urgencia del tratamiento de los proyectos. Es así que nos encontramos actualmente con jóvenes antisociales de entre 22, 25 ó 30 años, que cuentan con frondosos antecedentes policiales, muchos de ellos gravísimos y sin embargo se encuentran en libertad y volviendo a delinquir. Algo está fallando y es un tema que debería ser considerado.
El otro aspecto se centra en la figura del policía. Como en toda institución, en su seno pueden existir algunos que no cumplen con la función que les corresponde, pero son los mínimos. El resto actúa acorde a lo que establece la conducción y cumpliendo con el deber, aunque lamentablemente en algunos casos deban sufrir sobre sus espaldas una política que, a lo largo de los años, se esmeró en echar culpas sobre la institución y sobre sus integrantes. En este esquema, es necesario entonces recuperar los valores y, como dijimos, no está mal tampoco la intención de crear la figura del Defensor del Policía.
Con relación al hecho acontecido en Las Heras y que terminó con la vida de un delincuente a manos de un agente del orden, debemos señalar que no celebramos el desenlace final porque todos, inclusive quienes delinquen, tienen derecho a vivir, pero también es dable advertir que el policía actuó en cumplimiento de su deber. Más aún, efectuó los disparos a la pierna después de evitar la agresión, también con un arma, de parte del delincuente.
