El cuerpo como comunicador real de la historia. El gesto, el movimiento se ponen el valor ante la palabra. Este intercambio que comenzó el año pasado, entre actores mendocinos y el director chileno Juan Bravo, derivó en una experiencia transformadora.
Luego de seis meses de entrenamiento y trabajo sobre las técnicas del teatro gestual, nació “Demencia colectiva”, un espectáculo de intervención urbana, que ahora sube al escenario de la Nave Cultural.
Esclavos del sistema
En esta pieza, el esclavo, se convierte en el personaje principal, que transita sobre la vida del ser humano en la sociedad de consumo.
Inspirado en el documental “De la servidumbre moderna”, Juan Bravo fue puliendo su idea, bajo esta modalidad de teatro.
“Las raíces del teatro gestual vienen del mimo. Pero el teatro gestual busca un cuerpo comunicativo, buscar un gesto, no una actuación sobrecargada como puede ser el mimo de Marcel Marzo. Se trabaja una comunicación real, pero en el cuerpo”, apunta el director chileno sobre las bases de esta técnica que desarrolló junto al colectivo Vertebral y que contó con la asistencia de dirección, de la mendocina Lourdes Aybar.
Tras meses de duro entrenamiento y disciplina, el elenco mendocino integrado por Débora Candito, Ludmila Faundez, Florencia Campanello, María Carrizo, Diana Moyano, Victoria Morilla y Yael David, se adaptó a la propuesta y con gran destreza y fuerza escénica, lograron interpretar la historia a través de esta técnica, poco explorada en la escena local.
En diciembre pasado, estrenaron en la plaza Independencia la intervención urbana y de ahí surgieron una serie de presentaciones en Chile, incluido el festival FEIM (Festival Internacional de Teatro Gestual). Ahora relanzan esta propuesta con un despliegue técnico y escenográfico, que enriquece el guión.
“Es un espectáculo que está inspirado en el documental “De la servidumbre moderna”, que critica el sistema mercantil, cómo se rige todo por el dinero. La sociedad, el trabajo, la comida, el tiempo, vivimos en un mundo acelerado. Y al final uno tiene objetivos que no nos hacen feliz. Tenemos trabajos por necesidad y no porque nos gusten. Y avanzamos sobre eso, el tiempo pasa, nos convertimos en un esclavo.
“Demencia colectiva” critica eso, la condición que tienen algunas personas y no se dan cuenta. Que son un esclavo contemporáneo”.
-¿Cómo trazan en el escenario esta historia con los códigos del teatro gestual?
-Adentro del montaje lo que prevalece es la propuesta corporal. Tenemos texto al principio, pero luego hay escenas coreográficas. Vamos hilando la historia, donde el texto desaparece de forma sutil y aparecen las coreografías. Algunas de las actrices pasan de un personaje a otro. Ahí se trabajo, con lo que es el mimo objeto, donde pasan a representar cosas, personajes fugaces de la obra, estados, momentos.
-¿Cómo se trabajó la escenografía, el vestuario y la música?
-Siempre buscamos la neutralidad, por eso el negro de los vestuarios. En cuanto a la escenografía, trabajamos con una cama de bronce antigua con ruedas, que es sumamente importante para el esclavo. Pasa a hacer un elemento fuerte para el personaje principal de la obra.
En un principio utilizamos fragmentos de la música del documental. Y este año comenzamos a producir la música propia, con Juanjo Martínez y Martín Parra, que están a cargo de la creación de la música. Ya tenemos para ahora una parte y en diciembre, pretendemos estrenar con música en vivo.
La ficha
Demencia colectiva
Dirección: Juan Bravo.
Actúan: Débora Candito, Ludmila Faundez, Florencia Campanello, María Carrizo, Diana Moyano, Victoria Morilla y Yael David.
Funciones: hoy y mañana, a las 22.
Lugar: Nave Cultural (España y Maza).
Entradas: $70 y $50 (estudiantes y jubilados). Reservas: 153-733491.