Maipú sacó un triunfo de esos que suelen tener un valor incalculable por las formas y el momento del torneo. Fue 2-1 ante San Jorge de Tucumán, ese serio y pretencioso equipo de Nazareno Godoy, que en el complemento generó algunas situaciones que jugaron con los corazones botelleros.
Aunque el segundo tiempo dejó una imagen bien diferente, en el primero, Maipú fue el que impuso las condiciones sobre cómo jugar el encuentro. Y lo hizo desde bien temprano con ese gol de Aguirre a los 44 segundos. Porque la visita estuvo un largo rato sin poder salir de la sorpresa que le había generado ese remate cruzado del "7". Sin embargo, con el correr de los minutos fue emparejando el encuentro, aunque el Botellero casi no pasó sobresaltos.
Con la conducción de Daher, el local intentó sorprender en velocidad por los carriles, pero estuvo impreciso en los metros finales y le faltaba el golpe que pudiera significar la tranquilidad definitiva. Ese golpe llegó sobre los 39' con otro horror defensivo de San Jorge y el oportunismo de Figueredo para ampliar la diferencia en el marcador.
Las corridas de Veliez le dieron un rédito especial al equipo mendocino. La visita nunca pudo jugar del todo cómoda con el ex Palmira apostado para el contragolpe.
En el complemento, con el marcador a su favor, Maipú retrocedió unos metros, ocupó espacios hacia atrás y se ordenó para romper en velocidad, nuevamente, con Aguirre y Veliez. Sin embargo, empezó a padecer los intentos ofensivos de San Jorge, que ahora si tenía más peso en el área local, pese a jugar con uno menos. Encima, sobre la media hora de juego, Farías se fue expulsado y los de Godoy fueron a buscarlo con todo.
Fueron minutos de zozobra para el equipo del Gringo, que padeció el descuento y sobre la hora se encontró con un tiro libre en contra sobre la medialuna del área que terminó pegando en la barra y le permitió desatar el delirio contenido, la angustia de haber ganado un partido que lo acomoda en las posiciones y lo hace mirar con esperanza la próxima estación: Río Cuarto.
Una enfermería que complicó el armado del equipo titular
La semana no fue la mejor en calle Vergara, atento a la gran cantidad de bajas por lesión, a las que s e terminaron sumando los suspendidos Julio Villarino y Mauro Vizaguirre. A la hora de explicar algunos momentos de zozobra en el complemento, el DT dijo: "teníamos dos jugadores con molestias y dos jugadores que hacía mucho no jugaban".
El parte médico indica que Alejandro Capurro padece un desgarro en el isquiotibial izquierdo; Jesús Vera un esguince de tobillo derecho y Sergio Sánchez también un esguince de tobillo derecho. Además, Nahuel Figueredo, que ayer jugó, padece un esguince de rodilla y esta semana le harán estudios, mientras que Alexis Viscarra se fue con evidentes signos de dolor en su cadera. En el caso de los tres primeros, está casi confirmado que ninguno podrá jugar el próximo fin de semana.
La próxima, en Río Cuarto
El juego del próximo viernes, en Río Cuarto, desde las 21.30, frente a Estudiantes, el líder, será determinante para las aspiraciones del equipo mendocino. "Vamos a ir a ganar", avisaron desde la intimidad del plantel, aunque reconocen que no será una empresa fácil. Ambos equipos se conocen de haberse enfrentado en la Primera Fase e incluso el DT de los cordobeses es mendocino: Marcelo Vázquez.
¡Más de un año invicto!
Deportivo Maipú celebró ayer, además del sufrido triunfo, una estadística que provoca felicidad: lleva un año y tres meses sin caer en condición de local por torneos federales. La última vez que mordió el polvo de la derrota en calle Vergara fue el 8 de noviembre de 2017, cuando Gimnasia y Esgrima lo venció 2-1.