El principal organismo investigador de Rusia anunció ayer que estaba analizando varios motivos que podrían estar detrás del asesinato del destacado opositor Boris Nemtsov, incluyendo un intento de desestabilizar al país, el extremismo islámico, el conflicto en Ucrania y su vida personal.
El comunicado del Comité Investigador no mencionó la posibilidad que los partidarios de Nemtsov ven más probable: que fuera asesinado por ser uno de los más obstinados y visibles detractores del presidente, Vladimir Putin.
Nemtsov, de 55 años, fue baleado cuando caminaba con una mujer por un puente sobre el río Moscova, a unos 400 metros del Kremlin. Se hicieron al menos 7 disparos. Apenas unas horas antes, había dado una entrevista en la radio en la que denunció la “loca, agresiva” política de Putin en Ucrania y ante la crisis en Rusia.
Después de su muerte, los organizadores cancelaron una protesta convocada para hoy y en su lugar llamaron a una manifestación en señal de duelo en el centro de Moscú. La ciudad aprobó rápidamente esa convocatoria para hoy, a diferencia del lento proceso y de los obstáculos habituales para autorizar marchas de oposición.
El Comité Investigador dijo estar estudiando si Nemtsov había sido asesinado como “víctima sacrificada por aquellos que no se arredran ante ningún método para obtener sus objetivos políticos”, una idea que reflejaba las declaraciones del portavoz de Putin y otros políticos rusos sobre que el ataque había sido una “provocación” contra el Estado.
Además, el organismo dijo estar comprobando si existía alguna “enemistad personal” hacia el fallecido en su vida privada. Los medios estatales y próximos al Kremlin prestaron ayer una considerable atención a la mujer con la que caminaba Nemtsov cuando fue baleado, identificándola como una modelo ucraniana de 30 años más joven y mostrando imágenes de la joven en poses seductoras. El Comité Investigador dijo que ambos se dirigían hacia el departamento del líder opositor.
Otras líneas de investigación mencionadas en el comunicado apuntaban a que el crimen pudiera estar relacionado con el conflicto en Ucrania, donde los separatistas respaldados por Rusia combaten a las fuerzas ucranianas desde el pasado abril, o bien que hubiera una conexión entre el suceso y el extremismo islámico.
Nemtsov era uno de los críticos de Putin más conocidos, y su muerte golpeó con fuerza a otros miembros de la oposición.
El carismático líder opositor trabajaba en un informe para presentar pruebas que él creía demostraban la implicación directa de Rusia en la rebelión separatista que sufre el Este de Ucrania desde abril. Moscú niega haber prestado tropas o armas sofisticadas a los rebeldes.
Putin ordenó a los máximos mandos de las fuerzas de seguridad que supervisen personalmente las pesquisas sobre el crimen. “Putin señaló que este cruel asesinato tiene todas las trazas de un asesinato por encargo y es extremadamente provocativo”, dijo el portavoz presidencial Dmitry Peskov en declaraciones recogidas por las agencias rusas de noticias.
El ex líder soviético Mijail Gorvachov se hizo eco de la idea de que el crimen era una provocación. “Es un intento de forzar la situación a complicaciones, incluso puede que de desestabilizar la situación en el país”, dijo.
Nemtsov arremetía con frecuencia contra la ineficiencia del gobierno, la corrupción rampante y su política en Ucrania.
En una entrevista este mes con el periódico Sobesednik, Nemtsov dijo que su madre, de 86 años, tenía miedo de que Putin hiciera que lo mataran por sus actividades de oposición. Cuando se le preguntó si también él tenía ese temor, respondió: “Si tuviera miedo no habría dirigido un partido de oposición”.
En declaraciones a la emisora de radio Ekho Moskvy apenas unas horas antes de su muerte, acusó a Putin de sumir a Rusia en la crisis con su “loca, agresiva y mortal política de guerra contra Ucrania''.
Nemtsov sirvió como gobernador regional y después como viceprimer ministro en la década de 1990, y estuvo considerado como un posible sucesor de Boris Yeltsin, el primer presidente electo de Rusia. Tras el ascenso al poder de Putin en 2000, Nemtsov se convirtió en uno de sus críticos más acérrimos.
Era popular por su buen humor, su personalidad extrovertida y rápido ingenio, pero hace tiempo que él y otros líderes opositores casi han desaparecido de la televisión estatal, y son marginalizados de forma habitual por el Kremlin.