James Rodríguez, jugador revelación y goleador del Mundial de Brasil 2014, se había convertido en una obsesión para la directiva “Merengue” una vez finalizada la Copa del Mundo.
El final de la novela se alcanzó mediante una operación cercana a los 80 millones de euros (108 millones de dólares), que el club de la capital española le pagó al Mónaco.
“Hoy llega uno de esos hombres que seducen a los amantes del fútbol de calidad. Un jugador que ha sido una de las sensaciones en el Mundial de Brasil. Su juego y sus goles lo han confirmado como uno de los grandes del Mundial”, afirmó el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez.
Rodríguez apareció en escena poco después de las ocho de la noche de España, vestido con un elegante traje negro y acompañado por su mujer y por su representante Jorge Mendes, entre otros.
Una vez que se puso de pie para tomar el micrófono, los casi 20 mil hinchas ubicados en una de las cabeceras del Bernabéu estallaron.
Al ex jugador del Porto y del Mónaco se lo vio emocionado desde su primera aparición. El futbolista de 23 años, que utilizará la camiseta número 10 en la temporada, parecía incrédulo ante un evento de tal magnitud.
"Al ponerse la diez del equipo merengue, James nos da otra alegría más, apenas comparable con lo que hizo en el Mundial", decía un mensaje del presidente colombiano Juan Manuel Santos, leído por el embajador del país sudamericano en España, Fernando Carrillo.
"Hablar en cualquier lugar del mundo de James Rodríguez, es hablar de Colombia. Los triunfos de todos nuestros deportistas son la cara de la nueva Colombia que estamos construyendo", continuó el mensaje presidencial.
Sobre el final del evento, Rodríguez se vistió con la indumentaria oficial, con el 10 en su camiseta blanca, y luego de hacer malabares con la pelota, repartió muchos balones a los miles de colombianos y españoles que lo vitorearon desde las gradas.
Rodríguez inició su carrera en Banfield, donde debutó con apenas 17 años, se consolidó como el debutante extranjero más joven de la historia del fútbol argentino y condujo al “Taladro” a su primer título de liga, en 2009.
Más tarde, se mudó al Porto, con el que ganó tres ligas portuguesas consecutivas y sumó ocho títulos en tres años. En la última temporada James militó en el Mónaco, donde tuvo que realizar un duro esfuerzo para ganarse la confianza del entrenador italiano Claudio Ranieri.