La complicación cambiaria y el problema de las tarifas de servicios públicos se han transformado en una complicación para los bolsillos familiares y se espera que haya una afectación sobre el consumo. Dado que la previsión espera incrementos en productos de la canasta básica, sufrirán más los que sean prescindibles.
El efecto de la devaluación impactará, en principio, en aquellos productos que tengan insumos importados, pero también en alimentos que Argentina exporta y cuyos precios se rigen por la paridad con el dólar, como ocurre con el trigo (impacta sobre harinas, pan, facturas, galletitas toda la cadena, incluyendo pastas secas y pastas frescas). De la misma forma se verán impactados diversos tipos de bebidas y artículos de limpieza.
Por otra parte, si se incrementan los costos del maíz, se producirá un impacto directo sobre los precios del pollo, los huevos, el cerdo y la carne vacuna que, además de tenerlo como alimento principal, tiene sus propios precios dolarizados.
Asimismo, hay que tener en cuenta lo que ocurra con los precios del petróleo. Hasta ahora, el gobierno consiguió que las empresas posterguen un aumento del 12% en los combustibles hasta el 1 de julio y que lo trasladen en forma gradual, pero si el crudo sigue creciendo, el vuelco sobre los costos será inevitable y así su extensión sobre todas las cadenas de valor.
Según una previsión hecha por consultoras que miden el consumo masivo, el primer trimestre mostró una recuperación en el consumo en híper y supermercados, aunque tuvo un menor ritmo en abril. En los mayoristas las ventas se mantuvieron estables y se espera que sigan así. No obstante, en el canal de los híper esperan una mayor contracción en el segundo semestre.
Los especialistas, que disertaron en el Encuentro Nacional Retailer, explicaron que esperaban para este año un crecimiento de los precios cercano al 21/22%, pero con la preocupación de que muchos convenios colectivos de trabajo cerraron sus acuerdos con la pauta del 15%, lo que resiente el poder adquisitivo de los trabajadores.
En la misma reunión, se presentó una información de una agencia de información crediticia que indica que de los 27 millones de personas que tiene algún ingreso, 80% gana menos de $ 25.800 mensuales. Los analistas afirman que en esta base de la pirámide es donde se resintió el consumo, mientras en los estratos más altos no cae la demanda.
Habrá que esperar cómo evolucionan los escenarios de los próximos días para ver en qué nivel se estabiliza el mercado cambiario y cuál puede ser el nivel de traslación a precios. Este traspaso está condicionado por el poder adquisitivo de los consumidores y puede impactar en la subsistencia de las mismas empresas, sobre todo pymes.