El consumo de vinos en el mercado interno es el más bajo en los últimos diez años. Estadísticas publicadas por el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) demuestran que entre 2008 y 2018 los argentinos dejaron de consumir 181 millones de litros, lo que representa una baja del 21%.
Según la lectura de referentes del sector, no hay indicios claros de que la situación pueda revertirse pronto, sobre todo teniendo en cuenta la marcada pérdida del poder adquisitivo de los salarios en el último año. A eso se suman problemas de sobrestock y las dificultades para acceder a financiamiento flexible, entre otros problemas que enfrenta la industria.
Década de pérdidas
Un estudio del Observatorio Vitivinícola, en base a datos del INV, indica que entre enero y octubre de 2008 se despacharon 822,9 millones de litros al mercado interno. A partir de entonces el mercado fue bastante inestable, con algunos periodos de crecimiento y otros de retracción, pero desde el 2016 en adelante la crisis se hizo evidente y las ventas cayeron en picada.
En los primeros diez meses de este año el INV contabilizó 701,3 millones de litros de vino despachados al mercado interno. De ahí se desprende la contracción del 21% mencionada anteriormente. Además, es el peor resultado de los últimos diez años, lo que demuestra lo profundo de la crisis de ventas.
Mucho tuvo que ver lo ocurrido con el vino fraccionado en botellas de 750 cc, que representa casi la mitad del mercado total. Las estadísticas oficiales muestran que en el periodo enero-octubre de 2008 se despacharon 329 millones de litros en ese envase, mientras que en igual periodo de este año sólo se registraron 285,6 millones de litros (44 millones de litros menos que hace diez años).