Tras la condena a prisión perpetua, el consulado de Chile mostró su satisfacción con la decisión de la Justicia aplicada a Roberto Audano (70) por asesinar a su pareja, la chilena Concepción "Conchy" Arregui, ocurrido en febrero pasado.
Así lo expresó Eduardo Schott, cónsul general de Chile en Mendoza, en una carta dirigida al procurador general de la Corte, Alejandro Gullé. "Quisiera hacerle llegar nuestros más sinceros agradecimientos por la eficiente labor desplegada por la Procuraduría a su cargo y el fiscal Gustavo Pirrello, en aras de la conclusión del caso que lamentablemente tuvo como víctima a la connacional Concepción Arregui", manifestó.
"El solo hecho de tener la certeza sobre el destino de Concepción Arregui pudo dar a los familiares una tranquilidad que evitó el tormento de una incertidumbre permanente. Si a lo anterior sumamos que gracias a esta gran labor pudo darse rápidamente con el culpable, no cabe sino agradecer la buena voluntad y eficacia de los órganos judiciales y la Justicia mendocina en su conjunto", destacó Schott.
"Conchy" Arregui desapareció el 5 de febrero de 2018. Durante 50 días, su marido mintió y dijo que la mujer había viajado a Chile, algo que luego fue desmentido cuando no había ni pasaje ni registro en la terminal de ómnibus. Finalmente, Audano se quebró y confesó el femicidio: arrojó el cadáver en el dique Potrerillos, donde fue hallado por la Policía el 25 de marzo.
El cuerpo de la mujer chilena estaba, como había dicho Audano, a 60 metros de la costa y a 17 de profundidad, anclado con un peso al fondo del dique.
Finalmente, tras un juicio abreviado, Roberto Luis Audano recibió esta mañana la máxima condena por asesinar a su pareja. El fiscal Gustavo Pirrello, el abogado defensor Federico Forgione y el abogado querellante Alfredo Paturzo acordaron otorgar la perpetua por el delito de "homicidio agravado por el vínculo y por mediar violencia de género".
"Los medios utilizados en el curso de la investigación por la fiscalía involucraron a distintos órganos, los que pusieron toda su capacidad y trabajo para encontrar a la víctima y al hechor. Ello constituye una muestra de que no se escatimaron recursos para resolver el caso planteado, lo que también compromete la gratitud, tanto de la familia Arregui como del Consulado a mi cargo", concluyó el cónsul Eduardo Schott.
