Empezó el debate por la ratificación legislativa del consenso fiscal. Las deliberaciones arrancaron con la visita del ministro de Hacienda Lisandro Nieri a la comisión de Hacienda y Presupuesto de Diputados.
La aprobación de ese acuerdo implica algunas buenas noticias para algunos contribuyentes que pagan ingresos brutos, particularmente en tres grandes rubros en los que la provincia les cobra más de lo que firmaron las provincias con el Gobierno nacional (comunicaciones, transporte y minas y canteras). Allí habrá una baja del impuesto.
La mala noticia es que la provincia resignará casi 700 millones de pesos de recaudación por ese concepto; la Nación le otorgará un bono de $316 millones para mitigar esa caída. Eso implica que habría un rojo fiscal de unos 380 millones de pesos en este 2018. En este aspecto, desde el Gobierno se esperanzan en que la baja de impuestos generará una reactivación económica que compensaría la baja de las alícuotas.
La otra mala noticia es que, en caso de no aprobarse en la Legislatura el consenso fiscal, la provincia dejaría de percibir 120 millones de pesos mensuales correspondientes al Fondo Federal Solidario, el que recauda la nación por las retenciones a la exportación de soja.
De ese monto, el 18,8% se coparticipa a los municipios; el Gobierno espera que esa coparticipación sea un argumento de peso para que los intendentes del PJ presionen a los legisladores del peronismo para que levanten la mano o al menos, den quorum.
La Provincia no ha percibido los 120 millones correspondientes a enero de este año y va en camino de no percibir los de febrero. Nieri aseguró que los recibirán apenas se sancione la ratificación legislativa del consenso fiscal.
Esta condición es la que señala el peronismo como una extorsión del Gobierno nacional. "(Mauricio) Macri y su equipo condicionaron a los gobernadores a aceptar un acuerdo fiscal perjudicial" dijo el diputado del PJ Jorge Tanús, demostrando que el ánimo en el bloque opositor no es el mejor para aprobar el consenso fiscal.
El acuerdo es complejo y podría decirse que tiene dos grandes capítulos: por un lado está la manera en la que las provincias y la Nación se las ingeniaron para evitar un fallo de la Corte Suprema por el fondo del Conurbano bonaerense que descalabrara el reparto de la coparticipación; por el otro la baja de los costos impositivos para la producción.
Con esos dos objetivos se armó un complejo laberinto de compensaciones acordadas por las provincias con la Nación. Las preguntas de la oposición al ministro Nieri fueron dirigidas particularmente en este sentido.
La Provincia dejaría de percibir de la coparticipación del impuesto al cheque unos 1.300 millones de pesos, pero recibiría unos 300 adicionales por Ganancias; la Nación compensará los 1000 millones restantes. Desde el peronismo, Jorge Tanús cuestionó que que esos mil millones estaban atados al humor del Gobierno nacional, Nieri respondió que esa compensación está fijada por ley del Congreso nacional por lo que no hay margen para la discrecionalidad.
Con esta compensación es que Nieri dijo que en la práctica el consenso fiscal tiene un efecto neutro en las cuentas, salvo por esos 380 millones que se dejarían de percibir en concepto de ingresos brutos; pero adelantó que no habrá una modificación presupuestaria, porque ese monto en un presupuesto de 80 mil millones resulta ínfimo.