La palta está de moda desde hace años. Su sabor característico, su textura mantecosa y sus propiedades nutritivas la convirtieron en un alimento imprescindible en los restaurantes de Europa y América del Norte. En varias partes del mundo incluso se llevan a cabo festivales gastronómicos donde se celebra el preciado "oro verde" y se descubren formas creativas de degustar ese fruto.
Sin embargo, el aguacate -o palta, como se lo conoce en parte de Sudamérica- también tiene un lado oscuro, informó BBC Mundo.
Chile está entre los diez mayores productores mundiales de aguacate y, solo en 2017, las empresas chilenas exportaron más de 170 mil toneladas de este fruta preciada, por un valor de US$480 millones
Esto lo saben algunos de los habitantes de la provincia de Petorca, en el norte de Chile, que acusan a los productores de la zona de acaparar los escasos recursos hídricos de esa región.
Petorca concentra el 16% de la producción nacional de aguacates, según los datos de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) del país sudamericano.
Por otro lado, los productores reivindican la importancia económica de este cultivo.