El conflicto menos pensado

El conflicto menos pensado

Por José Luis Toso - jtoso@losandes.com.ar

Resulta llamativo que el gobierno de Alfredo Cornejo, que hasta ahora ha sabido mantener el control de los temas políticamente más difíciles, en especial en el ámbito legislativo, tenga inesperados sobresaltos a raíz del ya escandaloso conflicto en el Zoológico provincial.

Incluso, en el balance la discusión de las paritarias arrojó un resultado bastante favorable al Ejecutivo, más allá de la tensa situación que quedó con el gremio docente por la imposición de condiciones por decreto a la que se recurrió.

La crisis del Zoo le genera mucho ruido a la administración radical de Cornejo, porque gana lógico espacio en los medios de comunicación y, paralelamente, deja en segundo plano otras acciones que interesan al Gobierno y que, como decíamos, marchan favorablemente.

Uno de los avances deriva del acuerdo suscripto con la Nación por la restitución de fondos coparticipables que venían siendo derivados a la Anses. Rápidamente, el Gobernador inició la semana reuniéndose con los intendentes para informar las características del convenio y explicar y debatir sobre la asignación de los recursos que llegarán.

El encuentro en la sede gubernamental fue bastante corto si se tiene en cuenta la magnitud del tema a tratar. Es que la expectativa por tener recursos para hacer obras de parte de los jefes departamentales, sin distinción de signo partidario, era tal que prácticamente nadie dudó en apoyar y quedarse a la espera de lo que le toque.

Fue el primer paso de Cornejo y el frente oficialista que lidera para avanzar hacia la aprobación legislativa del convenio con el gobierno de Macri, que debe ser refrendado por las dos cámaras por cuestiones formales. Lo mismo debe ocurrir con el Congreso en la parte que le corresponde a la Nación.

El consentimiento de los departamentos es vital para que en la Legislatura la votación no arroje sorpresas, puesto que se sabe que los intendentes tienen llegada directa, y en la mayoría de los casos con autoridad, sobre representantes que ocupan bancas. Detalle fundamental para que el justicialismo dé su respaldo a la hora de votar.

Por su parte, también en la semana los ministros Martín Kerchner y Dalmiro Garay estuvieron reunidos con los miembros de las comisiones de Hacienda del Senado y de Diputados, en forma conjunta, para trasladar a los legisladores las explicaciones que previamente había dado Cornejo a los intendentes.

Otro ingrediente que fortalece al Gobierno es la presentación del reclamo judicial al Estado nacional por 9.300 millones de pesos, que corresponden al retroactivo por el 15 por ciento de coparticipación derivado a la Anses y el 1,9 por ciento para la AFIP. Fue una condición impuesta por Cornejo a Macri que el gobierno nacional aceptó para no tener chispazos con el aliado que gobierna la provincia más importante de Cambiemos.

Y el restante paso importante que dio el oficialismo en los últimos días fue la media sanción en el Senado al nuevo régimen de prisión preventiva, la mayor apuesta de Cornejo después de la Asamblea Legislativa del 1 de mayo.

El proyecto tuvo el respaldo de la principal fuerza opositora, el PJ, que logró incluir algunos ajustes en el contenido, pero salió hacia Diputados respetando el espíritu de la propuesta formulada por el Ejecutivo.

Fue importante para los senadores oficialistas haber dado este paso ya que el clima político se enrareció bastante la semana anterior por las reformas impuestas en la Inspección General de Seguridad, en especial porque dicha propuesta generó otro cortocircuito entre las filas de Cornejo y los diputados asociados en el frente Cambia Mendoza.

Estos avances políticamente correctos de la gestión de Cornejo y el hecho de haber sobrellevado muy bien la dura realidad que generan los reacomodamientos económicos dispuestos por el gobierno nacional, contrastan notablemente con la caótica situación del Zoológico, un problema que, evidentemente, hasta ahora el Gobierno no ha sabido encarar.

El mayor dilema que se le comienza a generar al equipo gobernante es que si bien se trata de un tema bastante menor en cuanto a porte político, produce un grado de sensibilidad general mucho mayor que los asuntos institucionales sobre los que viene avanzando el cornejismo con éxito.

El conflicto en el paseo público, que hizo eclosión en estos últimos meses pero refleja una situación decadente cuya responsabilidad recae nítidamente en administraciones anteriores, muestra a los niveles más altos del poder sorprendidos por una pulseada entre sectores ambientalistas y profesionales que ganan protagonismo en la opinión pública con cada minuto de no resolución en el plano político.

La apuesta al proyecto Ecoparque, con el que se presentó la dirección del Zoo, coloca al Gobierno en una suerte de encerrona de incierta resolución por ahora. Independientemente de sostener o prescindir de dicha propuesta, deberá reacomodar las piezas en el convulsionado tablero que conforma el personal estable, entre profesionales veterinarios, técnicos y otros empleados.

Para una gestión que, con absoluta lógica, priorizó la puesta en orden de las cuentas públicas y relegó otras cuestiones, este imprevisto generado en la casa del mundo animal provincial pone a prueba su capacidad de reacción.

Tal vez el Zoo no haya constituido una prioridad para Cornejo. Sin embargo, este cuadro de situación lo debe obligar a tomar decisiones. Hay quienes opinan que puede ser una oportunidad para comenzar a mover piezas y efectuar recambios que por lo general son necesarios en los comienzos de una gestión.

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