El comercio mundial estancado

La OMC proyecta para 2014 un aumento del intercambio cercano al 4,7 por ciento, inferior al promedio de los últimos 20 años. Caen las importaciones de los países ricos y renace el proteccionismo.

El comercio mundial estancado
El comercio mundial estancado

Con los mercados más abiertos, libres y justos?, pregunta Antonia Diakantoni, funcionaria de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La escuchan periodistas de América Latina en la imponente sede del organismo en Ginebra, esta vez con un cartel que celebra la incorporación de Yemen. La OMC nació en 1995 y Diakantoni aún no tiene la respuesta. Cuando se creó la OMC, la idea era establecer reglas para el comercio mundial. Pero, salvo el triunfo que significaron los ingresos de China y de Rusia, nadie siente alivio por lo que pasa con el comercio en la era global. El guión de la vida real ha resultado ser diferente.

La OMC prevé para este año un incremento de 4,7% de los volúmenes de transacciones, que supera con creces el aumento de 2,1% de 2013, pero por debajo del 5,3% promedio de los últimos 20 años. El crecimiento en los dos últimos años fue solo de 2,2%. Todo indica que estas cifras modestas obedecen al estancamiento de la demanda de importaciones de las economías más desarrolladas (-0,2%) y del moderado crecimiento de las importaciones en las economías en desarrollo (4,4%). En cuanto a las exportaciones, apenas se movieron.

“En los dos últimos años, el crecimiento del comercio ha sido lento. Mejorará a medida que mejore la economía mundial. Aunque no hay que esperar que haya un aumento automático. Hay que actualizar las normas y alcanzar nuevos acuerdos”, dijo el presidente de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo.

En cuanto a las reglas, Diakantoni, nacida en Grecia, cuenta la pesadilla que significa el ingreso de chocolates a Suiza. Ginebra, que reina en ese rubro, no lo permite y cobra derechos que llegan a casi 400 euros por cada 100 kilos. En lo que es una lógica que aplican varios países, Suiza favorece la importación de cacao, la materia prima para la elaboración del chocolate, que ingresa sin pagar aranceles.

Los suizos no son los únicos. En la OMC se discutió mucho acerca del grado de libertad comercial en EEUU. Y se citan los aranceles con lo que castiga la importación de guantes de algodón, que llegan al 75%. Diakantoni habla de la progresividad arancelaria que utilizan los países desarrollados y China al privilegiar las importaciones de materias primas castigando a los productos elaborados.

De acuerdo a un informe de la Unctad, dependiente de Naciones Unidas, comerciar con China tiene un alto costo para América Latina. Según sus expertos, las materias primas pesan cada vez más en la composición de las exportaciones de la región. Argentina tenía en 1995 una participación de 66% de materias primas en su canasta y saltó al 68% en 2013. Brasil pasó del 46 al 64%; Bolivia, del 84 al 95%, y Venezuela, del 83 al 97%. La excepción es México, donde no llegan al 26% y ya es el principal exportador de autos del mundo.

Alfredo Calcagno, funcionario de la Unctad con partida de nacimiento en la Argentina, prefiere poner el foco en otro aspecto. Así, resalta cómo favoreció China a América Latina con su creciente demanda de alimentos. Calcagno se refiere al superciclo de las materias primas, sinónimo de precios altos. En su visión, ese superciclo vino para quedarse.

"China incorporará en los próximos 20 años unos 400 millones de personas en las ciudades. Equivalen a 20 ciudades de tamaño medio y eso es una fenomenal y sostenida demanda de alimentos", dijo.
La otra gran traba son las dificultades en las aduanas. La OMC logró un acuerdo de facilitación de comercio entre sus miembros. Esto significa acelerar las cosas.

Una estadística revela lo que sucede. Mientras en Europa y EEUU se requieren tres firmas para trámites previamente realizados por internet y se tarda como máximo 12 días en pasar las fronteras, en África se solicitan 19 documentos y demoran 48 días. América Latina requiere, en promedio, 7 documentos con un pico de 30 días para salir. Josep Bosch, portavoz de la OMC, señala que el costo de comerciar llega al 10% del valor total del producto y que el objetivo es reducirlo a la mitad. De ese 10%, el 70% del costo corresponde al paso por las aduanas.

En este escenario, la OMC, que cuenta con un presupuesto de U$S 200 millones al año y un plantel de 634 empleados de 74 nacionalidades diferentes, se transformó en un tribunal internacional para dirimir las peleas comerciales. Argentina lidera el ranking de demandas en América Latina, al concentrar el 5% de las quejas, apenas por debajo de China, con el 7%.

Mateo Ferrero, de la OMC, describe que cuando existen conflictos primero se solicita un panel. Y tras la decisión de esos expertos, se puede apelar al máximo órgano de la OMC. En eso anda Argentina tras el fallo adverso por trabas comerciales en una causa que le iniciaron en marzo de 2012 unos 43 países encabezados por EEUU y la Unión Europea. Argentina apelará a esa especie de Corte Suprema de la OMC. Eso sí, Ferrero contó que rara vez el máximo tribunal contradice las decisiones del panel.

para pymes

Cuando las empresas tienen un problema con competidores de otra nacionalidad pueden recurrir a la Organización Mundial del Comercio siempre que el gobierno del país en la que están radicadas decida defenderlas. Para esos casos, y sobre todo cuando se trata de pymes, existe una entidad de abogados en Ginebra, el Centro de Asesoría Legal en Asuntos de la OMC, fundado en 2001, solventado por los países nórdicos y que no cobra honorarios.

De momento, hay una alta demanda de abogados expertos en derecho comercial que tengan como lengua nativa el castellano. La OMC, que ya tiene 160 miembros y que le ha negado recientemente el acceso a Irán y a Siria, está por publicar una búsqueda internacional para abogados por la cantidad de conflictos que tienen entre sí los países latinoamericanos.

Las fábricas se convirtieron en ensambladoras

Aunque Slazenger, el fabricante de la pelotita de tenis que conquistó la exclusividad del torneo de Wimbledon, resistió todo lo que pudo, tuvo que salir del Reino Unido para fabricar ese tesoro en la más conveniente Filipinas, donde ensambla materiales de 11 países. La firma guarda celosamente la fórmula para el pique ideal, pero ya es parte de una cadena de producción global. A tal punto, que si se suman lo que viaja el silicio que compra en California, la lana de Nueva Zelanda, las cajas para el envase de Indonesia; la pelota da dos veces la vuelta al mundo. Bienvenido a la revolución industrial del siglo XXI, en la que las plantas se transforman en redes logísticas que ensamblan con piezas de distintos lugares, dice Jan Hoffmann, de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).

En el salón Marruecos de la ONU en Ginebra, Hoffmann asegura que es central el comercio de los bienes intermedios y que hay una nueva geografía con la integración regional. Según el experto, la creación de los contenedores en 1956, la explosión de las comunicaciones y la mejora de la infraestructura explican el fenómeno. En la Unctad han puesto el acento en ayudar a los países menos desarrollados a cumplir el acuerdo de facilitación de comercio que se acordó en la isla de Bali y que impulsa la transparencia y que la mercadería no se detenga en las aduanas.

El argentino Alfredo Calcagno enfatiza que el 50% del comercio global es entre los países en desarrollo, impulsado por China. A su vez, Daniel Bertossa indica que el 40% de ese comercio se realiza entre las propias empresas.

Antonia Diakantoni, de la OMC, da ejemplos. La Nutella, del grupo italiano Ferrero, se termina de elaborar en diez localizaciones distintas. Ni hablar del Iphone que se integra con piezas de varios países asiáticos. No todos se quedan con la tajada del león: del precio promedio de U$S 500, Estados Unidos, que lo inventó, captura U$S 321.

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