Fue un viernes especial para una bebida tan cercana al sentimiento de los mendocinos: el vino tuvo ayer su gran homenaje en dos íconos porteños: el teatro Colón y el Obelisco. Pasadas las seis de la tarde, en pleno corazón y euforia de la Ciudad de Buenos Aires, se celebró el Día del Vino Argentino Bebida Nacional.
Por primera vez, el punto de encuentro fue el Centro de Exposiciones, uno de los imponentes salones del Colón que, esta vez, sirvió como escenario de lujo para homenajear al sello distintivo de nuestra provincia.
Con doce provincias vitivinícolas, Argentina tiene el título de ser el primer país en declarar al vino como Bebida Nacional a través de la ley 26.870, que fue aprobada por el Congreso de la Nación, bajo los siguientes fundamentos: “El vino es alimento, cultura y sustento en lo económico”.
Este año, los motivos para brindar fueron varios. Por un lado, la bebida volvió a ser publicitada en las calles de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires luego de que, en el marco del Plan de Promoción y Difusión del Vino Argentino Bebida Nacional, se destrabara la veda a la publicidad de bebidas alcohólicas en la vía pública y el patrocinio de actividades culturales, educativas o deportivas gratuitas por parte de las marcas.
Otra buena noticia para juntar las copas, destacaron los productores que asistieron al festejo en el Colón, tuvo que ver con que el vino logró mantenerse en la mesa de los argentinos sin gravámenes. Tras la polémica y el reclamo por parte del sector, la Bebida Nacional no ingresó a la reforma tributaria propuesta por el Gobierno Nacional que marcaba un impuesto interno del diez por ciento.
“Hoy es un día y un logro importantísimo para nuestra querida vitivinicultura. Los festejos van tomando cada vez más envergadura. Estamos felices porque tenemos nuestro día. Pensamos que esto va a ir tomando cada vez más importancia para transmitir lo que es el vino: cultura, trabajo y tradición”, destacó, con un buen chardonnay en mano, Hilda Wilhelm, vicepresidenta de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar).
Mientras el Centro de Exposiciones se colmaba de referentes y las copas iban y venían, el jefe de Gabinete del ministerio de Economía de Mendoza, Alfredo Aciar, explicó lo que significa para nuestro país el vino: “Me da mucho orgullo este festejo. Estar aquí, en el Colón y el Obelisco, es algo que hay que marcarlo para seguir año tras año. Para el argentino el vino es una cuestión de cultura y para los mendocinos es nuestra insignia madre, nuestro ícono”.
Promediando la noche, Luis Miguel Etchevehere, flamante ministro de Agroindustria de la Nación, participó del evento en lo que fue su primera aparición pública desde que asumió el cargo. “Acá siempre van a tener un aliado”, manifestó. Aseguró que su gestión buscará lograr que “el vino argentino llegue a la mayor cantidad de góndolas del mundo”.
Varias copas después, la fiesta se trasladó hacia la avenida 9 de Julio. Allí, ante la atenta mirada de los peatones y curiosos, se proyectaron en el Obelisco, bajo el lema “el vino nos une”, las obras del artista Milo Lockett.
"Hay para todos los gustos y bolsillos"
Lo que no podía faltar en tal evento era descifrar los secretos y las claves para degustar y reconocer un vino de calidad a la hora de compartir una cena con familia o amigos.
Walter Bressia, del consejo directivo de la Corporación Vitivinícola Argentina, detalló que “el vino, en sí, es muy personal”. Y aclaró: “Hay que mirar la seriedad de la bodega que lo produce, buscar el varietal con el que uno se sienta más identificado. Hay vinos para todos los gustos y todos los bolsillos”, remarcó.
Luego, explicó que a la hora de tomarlo “hay que hacerlo con moderación y acompañarlo con agua para disfrutarlo y evitar que el alcohol nos perturbe”. Lo ideal: una copa de vino seguida de una copa de agua.
El vino en cifras
El vino argentino, que celebró ayer su día como forma de poner en valor su rol como producto cultural, industrial y alimentario, sostiene una economía regional que se extiende por 12 provincias, emplea a más de 130 mil personas y genera 2.500 millones de dólares anuales, de las cuales exporta cerca de 1.000 millones.
A nivel mundial, Argentina cultiva 2,8 por ciento de la superficie de viñedos; es el séptimo productor de uvas; el quinto elaborador; el noveno consumidor, y el decimoprimer exportador de vino, con 973 bodegas activas en todo el país.