La Selección se mantiene en la Copa América Centenario a paso firme, con contundencia, a puro gol, pero el colmo reside en las actuaciones de Gonzalo Higuaín y Sergio Agüero, quienes tan solo aportaron un tanto a la causa durante la fase de grupos.
El delantero siempre está alerta en el área. Ya sea ante una buena asistencia como ante un error del rival que lo deje de cara al gol. En eso están Pipita y el Kun, pero hasta el momento las cosas no salieron como esperan, a pesar de que la Argentina es el equipo que más goles convirtió en la primera fase con 10 conquistas, pero repartidas entre Ángel Di María, Éver Banega, Nicolás Otamendi, Lionel Messi (3), Erik Lamela, Ezequiel Lavezzi, Víctor Cuesta y Agüero.
La credencial de máximo goleador en la liga italiana, con el récord de 36 goles en la temporada, hoy no cuenta para Higuaín, quien parece haber perdido la confianza. Así se lo ve en la cancha, con el fastidio por no convertir y el malestar porque la pelota no pasa por sus pies. En tanto, Agüero asume que Pipita es el titular a la espera de nuevas chances en roles invertidos si tenemos en cuenta la Copa América Chile 2015.
El discurso de Martino es que no encuentra lugar para los dos en su esquema, regido bajo el dibujo táctico del 4-3-3, una constante durante su ciclo.
Sin embargo, el Tata, quien ahora dice que “la idea” se adapta a lo que pide un partido o el rival de turno, los incluyó en un mismo equipo ante Bolivia, bajo un 4-2-3-1, que tampoco trajo resultados. De todas maneras, esta última estrategia, que el DT ensayó una vez en el predio en Ezeiza y sin Messi integrando el plantel, se aplicaría para ocasiones especiales, casi como ensayos, y el Kun, quien lo dio a entender en la práctica del jueves en Harvard, continuará en el banco de suplentes.
Venezuela está en el horizonte argentino, pero ahora el que pierde se vuelve a casa. Para eso será importante, no solamente lo que haga ‘La Pulga’ Messi, sino también Higuaín y Agüero, separados o juntos. El Tata los observa en la competencia y le hacen difícil la elección. El Pipita y el Kun están en alerta, en la cancha y fuera de ella, por un lugar en el equipo y porque sus goles aún siguen sin aparecer.