Ya pasaron algunas horas y la bronca comenzó a minimizarse, pero en Argentina se sigue hablando de una sola jugada: el choque entre Manuel Neuer y Gonzalo Higuaín en la segunda parte de la final ante Alemania. El árbitro italiano, al ver eso, decidió no sancionar la pena máxima y le cobró falta al delantero.
Si bien el colegiado Nicola Rizzoli quedó en el ojo de la tormenta, se mantuvo firme en su decisión: “Respecto a esa jugada, Neuer llega primero a la pelota. Higuaín protestó en ese momento pero, cuando terminó el partido, tanto él como los otros argentinos me felicitaron diciéndome que había arbitrado de manera perfecta”.
Igualmente, reconoció una falla: “cuando volví a ver las imágenes me di cuenta que tampoco le había cometido falta al arquero alemán. Eso debo decirlo”.
Luego, reconoció que le fue difícil anularle un tanto por posición adelantada a los de Alejandro Sabella, pero terminó sacando chapa de su equipo: “una final de la Copa del Mundo no es algo fácil, el momento más complicado psicológicamente fue quizás al anular el gol de Higuaín,que creó inevitablemente un poco de tensión. Los jugadores confían en nosotros, se habla y se soluciona todo”.