Estaba todo listo. Las dos parcialidades tenían todo preparado para verse las caras en el Malvinas Argentinas... pero se van a quedar con las ganas.
Es que ayer quedó confirmado que el clásico entre el Deportivo Maipú y Gutiérrez se jugará el domingo, pero en la cancha del Cruzado.
El motivo del cambio es que el mismo domingo, Independiente Rivadavia recibirá a Chacarita en su estadio por la B Nacional y eso complicó el desarrollo del partido, ya que sería riesgoso el cruce de hinchas.
Esta decisión generó el enojo de la dirigencia Celeste, quien le envió un comunicado al presidente de la Liga Mendocina, Carlos Suraci, firmada por el presidente celeste, Luis Pezzutti y el secretario general, Teófilo Giraldo, acusando que tomaron la decisión “de forma arbitraria e inconsulta” de jugar el partido el domingo cuando se había llegado a un acuerdo con la Policía de Mendoza de jugar el sábado 26 en el Mundialista, con la presencia de ambos públicos como pasó el 27 de mayo, cuando Gutiérrez se quedó con el triunfo.
El cierre del comunicado deja una aclaración no muy feliz: “Aclaramos que la Comisión Directiva de Gutiérrez Sport Club se deslinda de toda responsabilidad por cualquier acto de violencia que se pudiese ocasionar dentro o fuera del Estadio del Club Maipú”.
Esta determinación provocó cruces por elevación entre los dos presidentes, pero la determinación es inamovible.
Por el momento, Omar Sperdutti aseguró que habrá un operativo de seguridad de 150 efectivos para asegurar que no habrá incidentes y que el clásico terminará en paz.