A una semana del segundo clásico del año en la Primera B Nacional, ayer ya comenzaron a surgir los primeros problemas, entre los encargados de la seguridad y los dirigentes de Independiente Rivadavia. Es que ayer se conoció la noticia de que la policía pretende que el partido entre la Lepra y el Lobo, en el Bautista Gargantini, se juegue a las 14 y no a las 21 como había dispuesto la AFA en la programación.
Las posturas están más que firmes. Daniel Mazola, de seguridad de espectáculos deportivos, confió que “todavía no está confirmado, pero la idea al ser un partido de alto riesgo es que se juegue con luz natural”.
“Creemos que el horario más oportuno es el de las 14 para que la gente pueda presenciar el partido” dijo Mazola.
Lo cierto es que de parte del ente de seguridad no está en los planes dar marcha atrás con la idea del cambio de horario.
La respuesta por parte de la dirigencia leprosa no tardó en llegar. El directivo Leo López, con quien desde hace un tiempo largo mantiene una relación conflictiva con este ente gubernamental dijo: “vamos a presentar un recurso de amparo para que se respete el horario de las 21”. Y agregó: “cómo puede ser que la policía no esté capacitada para brindar seguridad en un partido que se juega de noche”.
En realidad quien definitivamente tendrá la última palabra serán los encargados de la televisación. Desde la policía se le pidió a la AFA que el partido, el más importante de la Primera B Nacional en esta temporada, cambie el horario dispuesto desde un primer momento. El tema es que si la televisión decide que el partido vaya en horas de la siesta, Independiente Rivadavia no tendrá otra chance que acatar el horario que le dispongan.
Hoy, en la reunión de la categoría, se podría terminar de definir este tema.
Llegó y descansó
Ayer arribó el plantel de Independiente Rivadavia que terminó igualando ante Boca Unidos en Corrientes, el domingo por la tarde. El cuerpo técnico decidió darle descanso en la jornada de ayer, y hoy el plantel volverá a los entrenamientos para comenzar a preparar el partido ante su eterno rival, Gimnasia.
