Es tal el gualicho que Gimnasia tiene con Estudiantes que ni Maradona pudo sacárselo. Nueve años, probablemente diez sin ganar el clásico, con seis empates y siete derrotas. La última, y primera con Diego en el banco, fue este sábado en el Bosque, ante un estadio fervierte de victorias que no pudo festejar.
Estudiantes se lo ganó con la receta que mejor le sale. La especialidad de la casa. ¿Que no tuvo la pelota? ¿Que lo mejor del partido se vio a partir del (buen) fútbol de Gimnasia? OK, está en lo cierto, pero los tres puntos fueron a parar a la otra mitad de La Plata.
En el mejor momento de Gimnasia, cuando todavía Diego se preguntaba cómo había hecho Contín para desperdiciar esa situación inmejorable, apareció Retegui y la clavó al segundo palo para que festejara Estudiantes. Sí, cosa de Brujas...