El arranque irregular de ambos elencos maipucinos en el torneo le da otro color al clásico que se vivirá hoy en el departamento. Desde las 15, con arbitraje del tandilense Lucas Novelli Sanz, Deportivo Maipú recibirá en el Omar Higinio Sperdutti a Gutiérrez Sport Club, en un encuentro correspondiente a la tercera fecha de este certamen.
De momento, ni cruzados ni celestes pudieron ganar en lo que va de la competencia y ocupan las dos últimas posiciones de la tabla de la región Cuyo - Zona 2.
El conjunto de Juan Carlos Bermegui mostró un rendimiento más acorde a las expectativas generadas en el primer tiempo del encuentro frente al Lobo, pero luego desmejoró notablemente su imagen y sumó su primera derrota en el torneo.
Enfrente, el once del “Cachorro” Abaurre, llega sin unidades y con una deuda en cuanto a su fútbol. El equipo sumó nombres importantes para la categoría y de momento sólo coleccionó dos derrotas por el mismo resultado (0-1 vs. San Lorenzo de Alem y Unión de Villa Krause).
El local no podrá contar esta tarde con el Chelo Carrizo, quien fue expulsado en el encuentro frente a Gimnasia. En su lugar, el DT decidió el ingreso de Claudio Ojeda. Esto le permitirá sostener el 3-4-1-2 con que saltó al campo de juego del Víctor Antonio Legrotaglie, utilizando además un jugador de características similares a las del sanrafaelino.
En Gutiérrez, los cambios aparecen sobre los laterales y también obedecen a tarjetas rojas. Leandro Benítez y Gabriel Valles estarán en condiciones de reaparecer en la próxima jornada, por lo que Abaurre decidió que sus remplazantes sean Elio Díaz y Jesús Nievas. En este último caso, Alexis Viscarra pasa a marcar el lateral izquierdo, dejando al santafesino como primer marcador central.
El encuentro se disputará sólo con público local y las entradas se podrán adquirir en boleterías del estadio botellero. Los valores de las mismas: Populares $ 200; platea $ 300 y Damas, Jubilados y Niños $150.
Cambió y salvó la pilcha - Por Mauricio Videla - mvidela@losandes.com.ar
Gimnasia sufrió por demás los centros cruzados sobre el área y parecía que su vocación en Río Cuarto estaría signada por la defensa. Sin embargo, ante Estudiantes, el Lobo logró revertir la desventaja y sumó su segundo punto como visitante. A las puertas del definitorio partido por Copa Argentina, los mendocinos aún no han sido derrotados en este inicio del Federal A.
Por la tercera fecha, un aviso de Cortizo -una pelota que se estrelló en el palo izquierdo- fue la señal de que los del Parque pueden morder la red. Pero de aquella insinuación ofensiva, de aquel atisbo de claridad, surgida en un avance por el carril derecho, la historia del equipo mendocino trazó dos capítulos muy definidos. A tal punto, que llegaron al vestuario con el marcador en contra.
En la línea de volantes había desconexión. El partido, que por pasajes fue de pierna fuerte, no le sentaba bien al Lobo. Sumaba o restaba hombres a sus líneas pero la pelota no fluía por su pie. Presionó y también se dejó anticipar, con la misma incomodidad que uno experimenta a la hora de intentar quitarse el pullover.
En el segundo tiempo, con dos cambios desde el inicio, Gimnasia ganó en dinámica y fue Estudiantes el que sufrió los centros sobre la boca del arco defendido por Peralta. A los 26’, el gol demorado de Agudiak equiparaba mucho más que cuentas. Sumó un nuevo condimento a la receta, un cambio de cara -motivado más por el coraje que por el fútbol- que le permitía salvar las pilchas. Un trabajo de ensamble, sin demoras, para pensar en desafíos mayores.