Si este juego amistoso se realizaba a puertas abiertas, seguramente, el estadio de turno hubiese lucido repleto.
Sin embargo, por los antecedentes de violencia que existen entre ambas parcialidades, los directivos y cuerpo técnicos tanto de Maipú como de Gutiérrez, mantuvieron el secreto bajo llave, y recién ayer a las 15.30, se dio a conocer la noticia de que en el predio de Godoy Cruz en Coquimbito se jugaba una partido amistoso entre vecinos, clásicos rivales.
El partido sirvió mucho para que los técnicos Carlos César Sperdutti y Sergio Scivoletto, continúen aceitando el andamiaje colectivos de sus hombres de cara al debut.
Por parte del Cruzado, será el próximo fin de semana cuando reciba a Gimnasia en su estadio (falta confirmar día). En cambio, el Celeste, recién saltará al campo de juego a mediados del mes próximo.
En los noventa minutos de juego, el “Súper Depor” fue más efectivo y se quedó con la victoria por 2-0. Típico clásico más allá de la calidad del partido, también existieron polémicas, ya que David Pizarro logró la igualdad, pero le cobraron posición adelantada.
Los goles del Cruzado fueron marcados por Daniel Díaz y sobre el fina, apareció su sobrino que viene de jugar en Desamparados, Gerardo Pinto y selló el 2-0.
Fue un excelente ensayo para ambos, pero sólo para algunos privilegiados.