Seijun Suzuki, el indiscutido maestro nipón que revitalizó el "cine yakuza" en los años 60, desde el estilo Cine de Clase B, Seijun Suzuki, falleció en febrero a los 93 años.
Nueve meses después, los programadores del Cine Club Stocco han preparado un tributo al realizador que arrancará mañana jueves en el Microcine de la Municipalidad de Mendoza, con cinco obras maestras de su extensa filmografía, desde 1963 a 1967, es decir, el apogeo más creativo en el formato thriller policial mafioso del prolífico Suzuki.
Con tal sólo ver la saga Kill Bill, de Quentin Tarantino y El camino del samurai, de Jim Jarmusch, con sus antihéroes, sus peleas con espadas, su estética refinada y esa mirada filosa y psicodélica del submundo de las mafias, para comprender la influencia que tuvo Seijun en docenas de realizadores occidentales.
Con el estreno de Underworld Beauty (1958), su primera película en CinemaScope, apareció por primera vez el nombre con el que trascendió artísticamente, Seijun Suzuki e inició su enamoramiento por el género pandillas mafiosas.
Los títulos
La Juventud de la Bestia, de 1963.
Una historia adaptada de una novela Haruhiko Oyabu. El comportamiento violento de Joe Shishido llama la atención de un jefe yakuza que lo recluta inmediatamente. Pronto intenta hacer un trato con una pandilla rival y comienza una guerra de pandillas.
Sin embargo, sus verdaderas motivaciones se revelan gradualmente a medida que descubrimos cómo todo esto se relaciona con el asesinato de un policía.
2 de noviembre.
Historia de una prostituta, de 1965.
Ambientada durante la Segunda Guerra Mundial en Manchuria, una prostituta intenta evadirse de un militar abusivo pero termina enamorándose de él. Como era de esperarse, no hay un final feliz para estos enamorados de la guerra. Al igual que "Gate of Flesh" este filme se basa en una novela de Tajiro Tamura.
El 9 de noviembre
El tatuaje del dragón blanco, de 1965.
Después de que su propia pandilla lo prepara para matar a un mafioso rival, un asesino a sueldo se ve obligado a huir con su hermano menor. En un elegante blanco y negro, las escenas de acción y la trama, atrapan al espectador.
16 de noviembre
El vagabundo de Tokio, de 1966.
Después de que su banda se disuelva, un ejecutor de yakuza espera vivir fuera del crimen organizado, pero pronto debe convertirse en un vagabundo después de que sus antiguos rivales intentaran asesinarlo. Sin duda, una de sus obras más influyentes de su filmografía.
23 de noviembre.
Marcado para matar, de 1967.
Un asesino a sueldo busca su último trabajo, poniéndolo en conflicto con su esposa traicionera, con una misteriosa mujer ansiosa por la muerte y con el asesino fantasma conocido como el "Número Uno".
30 de noviembre.
El ciclo comenzará mañana jueves y se extenderá por los siguientes jueves de novimebre.
Las funciones, con entrada libre y gratuita, comienzan a las 21 horas.
Vida y obra
Al estrenarse películas como” Apunten al camión de policía”, de 1960; “El vagabundo de Tokio", de 1966 y “Marcado para matar", de 1967, el género del crimen organizado hecho en Japón se renovó con el aporte estético y narrativo de Seijun Suzuki.
Sobreviviente como soldado de la Segunda Guerra Mundial, Suzuki comenzó a estudiar y colaborar en distintos roles en la industria cinematográfica en 1946, a los 23 años.
Egresado de la Academia Kamakura y con el título de director asistente, trabajó en varios estudios y debutó con "Minato no kanpai: Shôri o waga te ni" en 1956 y desde entonces dirigió de tres a cuatro películas cada año.
Su inacabable energía lo impulsaba a realizar proyectos uno detrás de otro, contando con presupuestos ínfimos y condiciones técnicas dificultosas, aunque estas condiciones no aplacaron su estilo personal y su dinamismo visual extravagante, lo que despertó gran admiración entre sus colegas.
