¿Cómo? ¿Recién ahora se dan cuenta de que la pista necesita mantenimiento?
¿En esta actividad, que es una de las más controladas del mundo por los riesgos que conlleva el transporte de personas?
¿En esta actividad, que tiene los controles más exigentes, comparables a los del uso y manipuleo de la energía nuclear?
¿De repente surge le necesidad de dar mantenimiento a la pista de un aeropuerto internacional?
¿Cómo? ¿No hay protocolos de asistencia y control de las actividades relacionadas con los vuelos en avión?
Resulta que en cualquier lugar del mundo, cuando un avión colapsa o se presenta algún problema con las pistas de aterrizaje o decolaje, los organismos mundiales inmediatamente actúan.
Aquí, en la Argentina, el propietario de las pistas, Aeropuertos 2000, informa, alegremente, que el Aeropuerto Internacional de Mendoza deberá ser cerrado por falta de mantenimiento.
¿Qué es lo que está sucediendo? No lo sabemos.
Por un lado, los aviones que no aterricen en Mendoza deberán hacerlo en San Juan, el aeropuerto geográficamente más cercano, además de los de San Luis y San Rafael.
Pero no puedo dejar de preguntarme si en esta maniobra no está involucrado el ex gobernador de San Juan, actual diputado nacional y, por si fuera poco, escapado de las garras de la huesuda o la dama de la guadaña después del accidente del helicóptero.
¿No resulta coincidente que ante el anuncio de que es muy posible que la mina Veladero-Pascua Lama se cierre, por parte del ministerio de ambiente, a cargo de Bergman, aparezca este aviso?
También es llamativo que, a pocos días de informar que la empresa Barrick Gold (de la que es socia la ex presidenta... ¡sí, ella!, la exitosa abogada) ha sido encontrada responsable de la contaminación por escape de cianuro, se haga este aviso de cierre del aeropuerto El Plumerillo.
¿Y de qué forma analizar el hecho que el Sr. Gioja, ex gobernador de San Juan, actual diputado por esa provincia, sea ungido “presidente del Partido Justicialista Nacional”, sin elecciones ni participación de los afiliados?
¿Cómo es que nuestro gobernador, defensor implacable de las prácticas transparentes en la función pública, no haya dicho nada? ¿Se le ha escapado que las leyes que deben aprobarse en el Congreso, (y necesitan del voto de ese bloque), podrían ser parte de esta decisión, apresurada y sin aparente respaldo legal y técnico?
¿Acaso se le diluye a su fina intuición de político que aquí podría haber “gato encerrado”?
¿No es posible que el cierre de la mina trate de ser compensado con esta maniobra?
Porque como todo se trata de plata... si un negocio se cierra, pues ¡abramos otro!
Éste, Gioja, es uno de los diputados más kirchneristas que hay, al mismo nivel que Recalde, que de ser el abogado de la CGT, junto a Moyano, pasó a ser un furibundo defensor de las políticas de la ex presidenta, todo por el miserable cargo de presidente de AA para su hijito (no vaya a ser cosa que tenga que salir a trabajar, como todos los que no negociamos nuestra dignidad por un cargo público). ¡Si hasta negó la contaminación con cianuro, de las aguas de su provincia!
Dicen “aeropuerto cerrado por tres meses”. ¿Acaso no sabemos que en la obra pública los plazos son lo de menos? Si dicen tres meses, bien pueden ser tres años.
Lo que también asombra es que los que se dicen defensores de los intereses de los mendocinos permanezcan en silencio. Y me refiero a los representantes de los comerciantes, los hoteleros, los gastronómicos, los industriales, los empresarios y hasta los sindicalistas, que pareciera que lo único que les importa son los afiliados a sus sindicatos y sus obras sociales, sin darse cuenta de que nadie puede realizarse en una comunidad que no se realice.
Aquí, reitero, nos parece que hay “gato encerrado”. No es posible que de buenas a primeras informen que se cierra el aeropuerto y nadie diga nada. Sólo voces aisladas.
Como solución se me ocurre lo siguiente:
La antigua pista del aeropuerto, utilizada únicamente por los escasos “cachivaches” que tiene la Fuerza Aérea, bien podría ser remodelada para el uso de los vuelos internacionales, en el tiempo que falta para el cierre “programado” de la pista actual. (Y no nos digan que no tiene capacidad para soportar los esfuerzos dado que en esa antigua pista aterrizó y decoló uno de los aviones más grandes que en la actualidad vuelan, el Hércules, en 1967). Y de paso quedar lista como segunda pista, para las emergencias, que es como debe ser.
¿Y que nos cuentan de la ruta 40 a San Juan? ¿Acaso no fue acondicionada para recibir aviones durante el conflicto del Beagle, con Chile, y después con el de Malvinas?
¿Cómo en esa época sí podía recibir aviones y ahora no, cuando nunca ha sido utilizada para esos fines? O sea no tiene la fatiga por el uso como dicen que sucede con la del aeropuerto de El Plumerillo.
Con todo lo que nos ha pasado, y está sucediendo en nuestro país, cuando escuchamos, leemos y analizamos las noticias no podemos menos que pensar que o no tenemos remedio o que la Argentina está en el horno.
No hay caso, no importa lo que sufrimos, lo que estamos padeciendo, lo que nos están haciendo. Siempre hay alguien, alguno, que quiere aprovecharse de las circunstancias y hacer negocios. Y en esto es acompañado por políticos profesionales, empresarios inescrupulosos, sindicalistas espurios y por nosotros, nuestra sociedad, complaciente y abúlica.
Así es inútil pensar en un destino de grandeza y esplendor. ¡Que Dios se ampare de nosotros! Después no nos quejemos.