De las tres fórmulas presidenciales principales.-de la decena que se presentaron,- que se registraron el 22 de junio, cinco de los seis integrantes son peronistas.
La política argentina muestra la notable vigencia del peronismo que domina desde el centro-izquierda al centro-derecha.
Desde que surgió el Peronismo hace 75 años, varias veces se lo ha dado por muerto y siempre ha resurgido, confirmando que es la fuerza dominante en la política argentina.
Poco tiempo atrás, el Jefe de Gabinete (Peña) decía “Hemos demostrado que se puede gobernar sin el Peronismo”.
Ahora, la elección de Miguel Ángel Pichetto como compañero de fórmula de Mauricio Macri fue festejada por los mercados, por considerar que aportaba “gobernabilidad” a la gestión de Cambiemos.
Pero la elección del senador justicialista como candidato a Vicepresidente, también apuntó a captar voto peronista anti-K -concretamente convocó a menemistas y duhaldistas- como pueden ser los de Massa que no lo acompañen con su apoyo a la fórmula Fernández-Fernández.
Pero al día siguiente, se presentó la fórmula Lavagna-Urtubey que apunta a recrear las posibilidades del “tercer espacio” y a captar también el voto peronista anti-K. La fórmula que presentan en la provincia de Buenos Aires, podría favorecer a Vidal, porque puede dividir el voto peronista bonaerense en un distrito donde no hay segunda vuelta.
La significación de la revitalización de la “cultura política peronista” la dio el mismo PRO, cuando el viernes 14 de junio dirigentes de origen peronista de este partido recibieron a Pichetto con un almuerzo, en el cual cantaron la marcha peronista. Estaban el Ministro del Interior, el Vicejefe de Gobierno porteño, el Ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, el Presidente de la Cámara de Diputados, el Presidente del bloque de diputados nacionales, el Vicepresidente del Banco Ciudad, etc.
Mientras el gobierno sostiene que se ha vuelto a recuperar en los sondeos, los resultados de las elecciones provinciales muestran lo contrario, aunque no puedan extrapolarse al ámbito nacional.
En Santa Fe, comparado con la elección de Gobernador de 2015, Cambiemos perdió 12 puntos y además la intendencia de la capital provincial, que el Radicalismo -que integra el oficialismo nacional- gobernaba desde hace décadas. La suma de votos de las fuerzas que apoyan a la fórmula Fernández-Fernández y Lavagna-Urtubey (Los socialistas hasta ahora la sostienen) sumaron casi 80%. Pero en Santa Fe, se vuelve a confirmar la importancia creciente del voto a la derecha de Macri. Un partido anti-aborto, liderado por una conductora y ex modelo (Granata) quedó tercero para legisladores provinciales, desplazando a Cambiemos al cuarto lugar y logrando 6 legisladores provinciales, contra sólo 2 del oficialismo nacional.
En San Luis, cuatro años atrás el Peronismo ganó con el 56% de los votos y ahora suma 63% aunque dividido por el enfrentamiento entre los hermanos Rodríguez Saa.
En Formosa, el gobernador Insfrán -que apoya la fórmula Fernández-Fernández- ganó por cuarta vez consecutiva, con más del 70%.
En Tierra del Fuego, el primero (el intendente de Río Grande Melella) y el segundo (La gobernadora Bertone), que apoyan los dos a la fórmula Fernández-Fernández en el ámbito nacional, sumaron más del 90% de los votos y Cambiemos cayó del 30 al 4% de los votos.
Si bien en 12 de las 14 elecciones de gobernador realizadas ganó el oficialismo provincial, el problema de Cambiemos es que está perdiendo varias capitales de provincia que controlaba, como Córdoba, Santa Fe, Paraná y Santa Rosa, viéndose afectado el voto urbano que controlaba.
La aspiración de Macri de que Pichetto sume gobernadores del Peronismo para su fórmula, no tuvo demasiado resultado. De los 19 gobernadores que no son de Cambiemos, ninguno va con la fórmula Macri-Pichetto y menos de un tercio, optó por la “boleta corta” que implica una actitud política neutral. Es decir que el candidato a
Vicepresidente mostró limitaciones al momento de sumar gobernadores a su fórmula.
Son 14 las provincias que han elegido gobernador, las que representan 37,3% del padrón electoral nacional, habiendo votado 7.96.325 electores. De ellos, 43,5% optó por candidatos que apoyan la fórmula Fernández-Fernández, 27,5% por el binomio Macri-Pichetto, 8,3% por candidatos que apoyan la fórmula Lavagna-Urtubey y el 20.6% restante, optó por alternativas diferentes que no apoyan a ninguna de las tres.
No es un punto de partida fácil para Cambiemos, que espera revertir esta tendencia con una clave económica: que el dólar se mantenga estable hasta que finalice el proceso electoral, ya sea en primera o segunda vuelta.