Después de un año 2013 en el que el Raja Casablanca marroquí consiguió llegar a la final, esta edición de 2014 del Mundial de Clubes supone un regreso a la lógica histórica del fútbol, con un duelo Europa-Sudamérica: Real Madrid y San Lorenzo. Un español contra un argentino, dos equipos grandes y la confirmación de que pertenecen a los continentes tradicionalmente hegemónicos en este deporte. De hecho, todos los títulos en el Mundial de Clubes fueron repartidos entre equipos UEFA y Conmebol.
Europa domina en su tanteo particular a Sudamérica por 6 trofeos a 4 en las diez ediciones disputadas. Las cuatro de los sudamericanos fueron además logrados por un equipo del mismo país, Brasil, que coronó dos veces a Corinthians (2000, 2012), San Pablo (2005) e Inter (2006). En el caso de los europeos, el primero en ser campeón fue el Milan en 2007 y después le siguieron los éxitos del Manchester United (2008), Barcelona (2009 y 2011), e Inter (2010).
El Corinthians, con su éxito de 2012, es el único sudamericano que ganó en las siete últimas ediciones, tras ganar 1-0 a Chelsea en el último partido, antes de que Bayern de Munich levantara el trofeo hace un año, en Marruecos.
La final del Mundial de Clubes ha sido un Europa-Sudamérica en siete de las diez ediciones hasta ahora disputadas. No fue así en la primera, un torneo casi experimental que se jugó en enero de 2000 en Brasil y en el que el duelo por el título fue íntegramente brasileño, con victoria en los penales de Corinthians sobre el Vasco de Gama (4-3 tras empate 0-0). Esa fue la única edición en la que había estado Real Madrid, que quedó en cuarto lugar y que fue uno de los dos participantes europeos, junto al Manchester United.
África sorprendió en 2010 y 2013
Desde entonces, Europa siempre ha conseguido que su equipo llegue al último partido, pero no siempre Sudamérica ha logrado el objetivo. Hubo dos excepciones, las ediciones de 2010 y 2013, cuando el fútbol africano consiguió llegar al último partido.
En 2010 en Abu Dabi, la gran sorpresa fue el Tout Puissant Mazembe de la República Democrática del Congo, que sorprendió 2-0 en semifinales al Inter de Porto Alegre brasileño, antes de perder 3-0 frente al Inter italiano, liderado por Samuel Eto’o, en el partido por el título, y capitaneado por el legendario Javier ‘Pupi’ Zanetti.
El otro precedente de fracaso sudamericano en semifinales se dio el pasado año, cuando el Atlético Mineiro que tenía como máxima figura a Ronaldinho, cayó 3-1 frente al Raja Casablanca local, que luego perdería ante el Bayern Munich en la final que se disputó en el Grand Stade de Marrakech.
Para el fútbol español es su tercera final en cuatro participaciones, en las que ha conseguido dos títulos, los del Barça de Lionel Messi en 2009 y 2011. Argentina, por su parte, estuvo anteriormente en el Mundial de Clubes en dos ocasioness, siendo subcampeón en ambas presentaciones, con Boca Juniors (2007) y Estudiantes de La Plata (2009).
En la extinta Copa Intercontinental, que hasta 2004 enfrentaba únicamente a los campeones de Europa y Sudamérica, el pulso entre ambos continentes estaba igualmente repartido, con ventaja para los equipos integrantes de la Confederación Sudaméricana, por 22 ediciones ganadas a 21. De esas 21 europeas, tres fueron para el Real Madrid, campeón intercontinental en tres oportunidades: 1960, 1998 y 2002.