Imputado por la muerte de tres niños en el accidente del pasado 2 de febrero en Alta Montaña, Leonel Quiroga Morales (39), chofer de la empresa Meltur, continuará cumpliendo prisión preventiva en nuestra provincia. Alojado en el módulo 14 de la Penitenciaría, habló con el canal chileno 24 horas, donde pidió perdón a los familiares de las víctimas y negó ser un drogadicto.
Es que al conductor del colectivo, le dieron positivas las pruebas toxicológicas por presencia de marihuana y cocaína en sangre. "Me junto con gente que fuma marihuana, es lo que tengo en el cuerpo", aseguró ante las cámaras, a lo que le siguió su confesión con respecto a la segunda sustancia. "Probé cocaína cuatro días antes del accidente cuando llegué de Brasil, pero de ahí nunca más", afirmó.
Con respecto a la mecánica del accidente, el hombre dijo que tuvo que realizar una maniobra brusca para evitar más muertes. "El camión se me frena y yo acelero para pasarlo en recta y cuando voy a pescar la curva ahí aparece el otro bus", relató el chofer. Según su visión, no tuvo otro opción ya que no podía frenar repentinamente manejando un colectivo de más de 3.000 toneladas.
“No es lo mismo que ponerle un freno a un auto”, aclaró. Asimismo agregó que perdió el control del vehículo cuando el otro colectivo que venía de frente le pegó en la parte trasera.
De todas maneras reconoció su responsabilidad y pidió disculpas. "Yo le pido perdón, perdón, perdón a la familia por la pérdida, si yo me pongo en el lugar de ellos si yo fuera padre, haría lo mismo con el que mata a mi hijo, pero fue un accidente, no quise hacerlo", remarcó.
En cuanto a su situación actual relató que su mujer lo ha visitado por lo menos dos veces y que teme por su vida. "Me dicen mata guacho, pero yo no soy mala persona, no soy un delincuente, siempre he trabajado", sostuvo con un fuerte llanto. Quiroga Morales desearía sería ser trasladado a su país natal para estar cerca de su hogar.