Un adolescente de 14 años le robó el auto a su madre, se puso el cinturón de seguridad y protagonizó un espectacular persecución -desde la Cuarta Sección a las cercanías del Le Parc, en Guaymallén- que dejó como saldo dos motos y un móvil policial dañados, dos policías con heridas leves y el vehículo destrozado.
El temerario raid comenzó a las 8.30 de ayer, duró 20 minutos y al mediodía se logró establecer la identidad del chico -en un primer momento se dijo que tenía 10 años- y contactar a la madre, quien fue a buscarlo a la comisaría.
Según información del Ministerio de Seguridad, ingresó una llamada al 911 denunciando que en la Cuarta Sección, por Maipú a la altura de Ituzaingó, se desplazaba con dirección al Este un Renault Koleos blanco conducido de forma temeraria por alguien que parecía un niño, a juzgar por su contextura física.
En un video tomado por un pasajero de un colectivo y que fue subido a las redes sociales, se ve que el chico arranca en una esquina de la Ciudad, haciendo "corcovear " el vehículo, tal como lo hacen los conductores inexpertos.
Miedo y mentiras del menor revoltoso
Una vez detenido, el adolescente fue trasladado a la comisaría 25 de Guaymallén, quedando bajo la órbita del fiscal penal de Menores Gustavo Farmache, quien investiga el hecho. Por su edad resulta inimputable y no habrá causa penal contra él.
A media mañana y con la situación ya controlada, los investigadores aún no podían establecer la identidad ni la edad del chico. Es que primero dio un nombre, dijo que tenía un hermano de 21 años, madre fallecida y padre detenido en la cárcel. Luego dio otro nombre y la primera versión fue puesta en duda. "Tenía mucho miedo, por eso el procedimiento se demoró", explicó un pesquisa que trabajó en el caso.
Cerca del mediodía, el jovencito fue abordado por especialistas de los ETI (Equipos Técnicos Interdisciplinarios, ex OAL). Fue ahí que dijo quién era y dio el nombre de su madre. La mujer llegó a la comisaría con su hijo mayor y explicó que el auto era suyo y que, a la mañana o a la madrugada, se lo había sacado. Por estos días la familia estaba cuidando y viviendo en la casa de un pariente en Guaymallén; todos están domiciliados en Ingeniero Giagnoni, de San Martín.
El chico ahora será tratado por los profesionales del ETI, en donde, según versiones, ya habría un legajo suyo por otras situaciones conflictivas en las que estuvo involucrado.
Interrogantes a resolver
Altas fuentes policiales le confirmaron a Los Andes que están analizando la posibilidad de presentar una demanda civil por los daños ocasionados contra el Estado (rotura de móviles) y las lesiones sufridas por los uniformados. El tema será saber quién responderá ante los hechos, tratándose de un menor insolvente.
En un principio la responsable sería su madre como dueña del auto, aunque el rodado no estaba a su nombre. Las autoridades contactaron a quien figura como propietario en el Registro de Automotores y se supo que era un hombre que no está en la provincia y que hacía un par de años lo había vendido, pero nunca hizo la transferencia. No sería descabellado pensar que la ley recaiga sobre él.
Los investigadores se preguntan e intentarán saber cómo llegó el Renault a manos de esta familia, siendo que su estatus económico no le daría para un coche costoso como este.
Por su parte, el director de la Policía de Mendoza, Roberto Munives, informó que los policías que participaron en el raid no presentaban heridas graves y que quedaron dañadas dos motos y un móvil de la Fuerza.
Cronología
Hacia Guaymallén. Luego de ser visto en la Cuarta Sección, la Policía ya tenía al fugitivo a su alcance en Aristóbulo del Valle y Costanera. Escapaba hacia el Este.
Embistió a un policía. El menor no se detenía: al llegar a Moyano y López y Planes, de Guaymallén, tocó a una moto policial, el uniformado cayó al piso y quedó herido.
En contramano. La persecución seguía y el chico tomó calle Rivadavia pero en el sentido equivocado. Maniobrando hizo marcha atrás y chocó contra una patrulla, que sufrió el incendio de su motor.
Cercado, lo atraparon. En Aristóbulo del Valle y Mitre, tras embestir a una patrulla y a un camión y después de arrastrar a un policía por el asfalto, finalmente el escurridizo menor quedó detenido.