La revista científica PNAS publicó recientemente un estudio de un grupo de científicos reunidos por la Universidad Rockefeller, de Nueva York, Estados Unidos, que prueba que al cerebro le sería más fácil lidiar con ciertos procesos cognitivos dependiendo de la estación del año en que se encuentre.
El estudio siguió a 28 personas durante un año, realizándoles escaneos para medir la actividad cerebral de memoria del trabajo y evaluaciones de atención. Pero evitar cualquier influencia externa, previo a los estudios, las personas permanecían 4 días en un laboratorio bajo una temperatura y luz constantes, y privados de ver el exterior.