Nadie esperaba una victoria de Sportivo Del Bono porque a lo largo del juego, el CEC había sido más que su rival y había mostrado mejores virtudes para sumar de a tres. Sin embargo, este fútbol bendito regala cada día nuevas sorpresas y el gran triunfo del Bodeguero sanjuanino obedece a la decisión con que encaró el encuentro después de verse en desventaja. Sportivo Del Bono venció 2-1 al Mercantil y sumó aire en esa pelea por escapar de las posiciones que dictarán quienes serán los tres que pierdan la categoría. Mientras, los mendocinos, de forma inesperada, quedaron en una posición incómoda de cara a los tres partidos que cerrarán la primera ronda de este torneo.
Fue un partido muy parejo y el CEC dominó durante los primeros minutos del capítulo inicial. Por eso no extrañó que rápidamente se pusiera en ventaja a través de Damián Altamirano. Joel Frites era la llave para romper con su velocidad por las bandas y el local no le encontraba la vuelta a la propuesta de los dirigidos por Darío Gianformaggio. Sin embargo, en una cancha chica como es la de la Esquina Colorada, el Bodeguero sanjuanino decidió que iba a utilizar como principal arma de ataque el balón parado.
Desde cada posición en que tuvo un tiro libre ejecutó al corazón del área mendocina y así fue logrando meter en su campo al conjunto visitante. Sobre los 35’, el gran goleador sanjuanino, Michel García, apareció para decretar la igualdad del encuentro y poner un manto de incertidumbre de cara al resto del encuentro. Parecía que esa etapa finalizaría con un empate 1-1, pero la fortuna quiso que Del Bono se encontrara con un penal que el volante Gerardo Pinto cambió por gol. CEC había hecho méritos para irse en ventaja al vestuario y sin embargo se iba derrotado.
Para el complemento, más allá de las modificaciones que decidió Gianformaggio, el equipo ya no tuvo tanto control de balón y no pudo torcer la historia.
Lo mejor del CEC se vio durante la primera parte, cuando logró mostrar una versión cercana a la que supo regalar en el pasado torneo Federal. Ahora, mientras se debate entre sus propias irregularidades, el conjunto de El Bermejo sabe que por delante tendrá definiciones clave para su futuro. Aunque aún puede respirar aliviado, no debe relajarse. El descenso está a la vuelta de la esquina y no es una buena noticia.