Había que ganar sin mirar las formas. Había que ganar sin pensar en el funcionamiento, sólo ganar y por eso salió un partido tan feo entre el CEC y Trinidad, donde los comerciales se terminaron quedando con tres puntos que los acercan a los puestos de vanguardia.
El gol lo convirtió el pibe Hernán Cuello cuando parecía que el cero se iba a apoderar del partido.
Si hay que resumir el encuentro, hay que decir que fue un bodrio, ya que ninguno de los dos equipos intentó poner la pelota al piso y ésta pasó más tiempo por el aire que por el piso.
Algunos intentos de Joel Frites, sumados desde las contadas corridas de Gaspar Cuello hacían que el CEC se mostrara un poco mejor, pero no alcanzaba para sacar diferencias, pero el que apareció para bancar el cero fue Matías Pérez. El arquero mercantil tuvo un par de revolcones, pero la más complicada fue el mano a mano que le tapó a Adrián Juárez, luego que Jorge Vaché entregara un pase corto atrás.
Darío Gianformaggio movió el banco y mandó gente fresca a la cancha y le dio buenos resultados, ya que un zurdazo cruzado del recién ingresado Hernán Cuello encontró mal parado al “Mono” Guirado y decretó un triunfo que acerca al CEC a los puestos de clasificación.