Desde que se construyó a fines de los '60, la principal actividad del embalse El Carrizal ha sido regular el caudal del río Tunuyán Superior y distribuirlo para riego de los departamentos del Este mendocino, a través de la cuenca del Tunuyán inferior y de una extensa red de canales e hijuelas.
Sin embargo, y más allá de la tarea de riego que tiene, el extenso espejo de agua se convirtió, desde el mismo momento de la inauguración, en 1971, en un gran atractivo turístico y es así como, hoy, el embalse tiene 24 clubes distribuidos en su costa: 10 en la margen que pertenece a Luján y los otros 14 en la orilla que corresponde a Rivadavia.
"Casi todo lo que hay en El Carrizal en materia turística lo hemos conseguido los clubes y con mucho esfuerzo, ya que históricamente el Estado ha sido el gran ausente en toda esta historia", aseguró Salvi Baduí, que es la presidente del club Martín Pescador. Señaló como la excepción a la regla más importante: "El agua potable, que llegó gracias a la gestión del ex gobernador Santiago Felipe Llaver".
Con la idea de cambiar esa realidad y de plantear a las autoridades algunas necesidades que podrían dar más posibilidad al turismo, la última semana se reunieron los presidentes de los clubes que tiene la costa de Rivadavia, con el intendente Miguel Ronco y con gente de Vialidad.
“Los clubes nos pidieron cosas pero también nosotros les solicitamos algunas y, finalmente, nos pusimos de acuerdo en un plan de trabajo que está en marcha y que va a permitir mejorar la oferta turística que tiene El Carrizal”, resumió Ronco, luego del encuentro con referentes de los clubes.
En promedio, el dique recibe 600.000 personas por año y, aunque muchos de ellos son pescadores que concurren habitualmente, el grueso de la gente se arrima en verano, cuando a la pesca se suman los deportes acuáticos, las caminatas y los paseos en moto, en bicicleta o embarcados por el dique.
“En la mayoría de los clubes hay oferta de alojamiento, todos tienen servicio de camping, algunos cuentan con piletas y otros con zonas boyadas para poder bañarse sin riesgo y, en cualquier caso, todos tenemos servicio de guardavidas”, detalló Baduí.
Sucio y sin cartelería
Así y frente a la gran cantidad de gente que visita el embalse, llaman la atención ciertas carencias básicas, como es el descuido que muestra el ingreso por sobre el puente que regula la salida del agua, o la ausencia en el lugar de cualquier tipo de cartelería informativa: “Si usted no conoce, es probable que se pase de largo porque nada indica en la ruta que está llegando a El Carrizal”, cuenta un pescador que visita el lugar todo el año.
El primer compromiso de Rivadavia tiene que ver entonces con instalar cartelería informativa en el ingreso mismo al embalse y donde se indique cuál es la distribución de los clubes y la oferta turística del lugar; también y gracias a un subsidio de la Provincia, se va a embellecer el puente, que divide ambos departamentos y que luce descuidado, sucio y lleno de pintadas.
“Ya lo hablamos con Luján y vamos a pintar, a limpiar las banquinas sobre el puente y además está la idea de cambiar las luminarias de mercurio por lámparas led. Queremos que el ingreso a El Carrizal por sobre el puente sea un verdadero atractivo”, señaló Claudia Jaunín, jefa de Turismo de la comuna.
También habrá una ambulancia, que pone la comuna de Rivadavia y que los clubes deberán equipar y pagar el servicio de un médico y un enfermero; ése es el arreglo y será para los clubes un costo menor a los $ 2.400 que por fin de semana paga cada uno de ellos en el verano por un servicio de emergencias. Además, se negocia con la empresa Dicetur para sumar frecuencias de colectivos entre El Carrizal y la terminal de Rivadavia.
Al mismo tiempo, Vialidad comenzó con el bacheo de todo el camino que pasa por los clubes y estos se comprometieron a remplazar los canastos de basura que hay frente a las entradas por contenedores con tapa, que van a permitir mejorar la vista de todo el lugar.
“Ha sido una reunión positiva y ojalá que el inicio de un camino de colaboración, porque es inexplicable que siendo El Carrizal el único espejo de agua de la provincia con infraestructura necesaria para el turismo, se nos margine de cualquier oferta turística que presente la provincia”, cerró la presidente del Martín Pescador.
Varios clubes inundados
Gracias a una obra que Irrigación habilitó en enero de 2016, la capacidad total de El Carrizal aumentó significativamente, con la idea de ofrecer -a unos 20.000 productores del Este- la posibilidad de un mayor caudal de agua para sus cultivos.
Pero en julio, cuando el embalse llegó a su máximo nuevo nivel, produjo también el anegamiento de parte de las instalaciones en varios clubes costeros y, con ello, la preocupación de socios y encargados.
Además, aquella subida del agua cubrió también parte del camino en la margen de Rivadavia, ante lo cual Vialidad abrió una nueva traza, más elevada, para no dejar aislados a la última media docena de clubes, un desvío que aún hoy existe para resolver cualquier situación similar.
Desde Irrigación subrayan que en El Carrizal existen muchas construcciones por debajo de la cota permitida: “Hay casillas y quinchos en zonas donde alguna vez podía llegar el agua; es lo que ha ocurrido este año y posiblemente vuelva a suceder”.
¿Acceso libre o pago?
Una consulta habitual de los que visitan El Carrizal es por qué existen clubes que cobran, cuando la represa es propiedad del Estado. “Debería haber un acceso público para los que sólo deseen pasar un momento, sin la idea de acampar” pide, por ejemplo, Jéssica Samperi.
En realidad, existen accesos libres hasta la orilla de El Carrizal tanto en la margen de Luján como de Rivadavia, aunque se trata en la mayoría de los casos de terrenos peligrosos, donde abundan las costas fangosas o barrancos traicioneros bajo el agua. Bañarse allí está prohibido e incluso permanecer en esas orillas es riesgoso. Además, siempre está la posibilidad de ver el dique desde el puente.
Respecto de los clubes, todos ellos tienen concesiones otorgadas por la Dirección de Recursos Naturales y son los que realizan inversiones en infraestructura para el turismo. Además, están obligados a contar con servicio de emergencia y guardavidas: "El que quiere llegar al agua sin pagar en un club puede hacerlo pero es peligroso e incluso está prohibido. Hay gente que se arriesga y se baña donde no hay clubes, pero así ocurren muchos accidentes fatales. Los clubes ofrecemos servicios, comodidad y seguridad, a cambio de una entrada por 24 horas que ronda los $ 60", dice Salvi Baduí, del club Martín Pescador.