El camino del Cañón del Atuel, uno de los principales atractivos turísticos de San Rafael, muchas veces se encuentra cerrado al tránsito por derrumbes, lluvia o nieve, ya que se trata de un trazado de tierra y con escaso mantenimiento.
Por esta razón, por gestiones del Ente Autárquico de Turismo, este año se logró que el ministerio de Turismo de la Nación aprobara el proyecto para financiar la construcción de un pórtico en El Nihuil como acceso al Cañón del Atuel, similar al existente en Valle Grande, además de la señalética interna del circuito turístico. Sin embargo, con el paso de los meses el entusiasmo se fue enfriando y el camino continúa deteriorándose.
Durante las últimas lluvias que se produjeron el fin de semana pasado, un colectivo colmado de turistas vivió las consecuencias de una ruta con tramos de greda y se quedó atascado.
Para poder bajar a los pasajeros debieron hacerlo por la ventanilla del conductor, con la dificultad de que era un contingente de adultos mayores.
Desde la Cámara de Turismo de San Rafael, su titular, Lautaro Cáceres, manifestó públicamente su molestia por la falta de coordinación para que un protocolo de contingencia funcionara en casos como la situación climática que azotó al departamento esos días. Nadie advirtió al contingente turístico que el estado del camino podía no ser el óptimo para transitar y que es un lugar donde, por su geografía y la falta de infraestructura, es posible que haya derrumbes y socavones.
De igual manera, el olvido por parte de las autoridades provinciales del proyecto de mejoras para tan visitado circuito llamó la atención de la gente de la Cámara de Turismo.
La ruta en cuestión es la provincial 173, que une El Nihuil con Valle Grande y permite a los visitantes descubrir y apreciar las formas que el viento y la lluvia tallaron sobre el relieve; también para reconocer figuras como el Museo de Cera, Sillón de Rivadavia, Los Jardines Colgantes o Los Monjes, entre otras.
Esta impactante formación geológica tiene 45 kilómetros de extensión y forma parte de un circuito que tiene en uno de sus extremos un pórtico (en Valle Grande), por lo que se pretende hacer uno similar en El Nihuil.
En algunas oportunidades el camino, con sus imponentes formaciones rocosas, se corta por derrumbes tan grandes que para remover las rocas se utiliza un método químico, porque el uso de explosivos no es conveniente. En otras ocasiones Vialidad pudo despejarlo usando máquinas.
Un micro varado
La situación que les tocó atravesar a los turistas se produjo cuando un colectivo mediano circulaba por el trazado. Por la acumulación de agua en el camino se deslizó en el barro y quedó atrapado en el lodo que se había formado, recostado el costado derecho sobre la montaña.
Esto impidió que el vehículo continuara su marcha. Al ser imposible abrir la puerta para el descenso de los pasajeros, hubo que montar un operativo de rescate para las personas que se encontraban dentro de la unidad. Con la ayuda de un grupo de personas que también recorrían el Cañón, pudieron ir bajando de a uno a los turistas por la ventanilla del chofer.
“Era toda gente mayor, jubilados, por lo que se dificultó hacerlos salir por la ventanilla”, señaló un hombre que colaboró en el rescate de los pasajeros. “Si se hubiera tratado de chicos ellos salen solos, pero a los adultos se les hizo muy difícil, además del susto”, agregó.
Por este tipo de riesgos, además de la falta de coordinación para prever que no se transite por esa ruta cuando llueve o nieva, varios prestadores expresaron la necesidad de tomar medidas urgentes para dotar a uno de los más buscados lugares turísticos de la infraestructura, mantenimiento y trabajo conjunto de las diversas instituciones relacionadas con el mismo.
Los pedidos se repiten, en especial sobre algunos de los tramos como el Museo de Cera, ya que es una de las zonas más complejas. Allí se solicitó que al menos se coloque granza y se haga el empedrado en un tramo de 5 kilómetros.
Las mejoras proyectadas
El proyecto “Mejora del Cañón del Atuel” incluye arreglos tanto en la traza del camino como en el establecimiento de lugares específicos para la observación y la toma de fotos, sin que esto entorpezca el tránsito.
La idea es que haya espacios para estacionar los vehículos que permitan el acceso a personas con movilidad reducida. También se prevén áreas de descanso con grupos de sanitarios y la colocación a lo largo de todo el recorrido del Cañón de cartelería turística y de seguridad.
Como el circuito ya posee un pórtico -en Valle Grande- se pretende construir uno similar en el otro extremo, en El Nihuil. El monto total estimado de la obra es de 1.500.000 pesos, de los cuales la Nación aportará el 70% y el municipio de San Rafael el 30% restante. Se hará a través de licitación pública.