El Senado de Estados Unidos confirmó al conservador Brett Kavanaugh por estrecha mayoría como juez de la Corte Suprema, pese a las acusaciones de abuso sexual que hay en su contra.
El candidato del presidente Donald Trump para integrar el máximo tribunal fue confirmado ayer por la cámara alta con 50 votos a favor y 48 en contra.
La votación, conducida por el vicepresidente Mike Pence, fue interrumpida por momentos por un grupo de manifestantes que entró al recinto.
Los críticos señalan que la votación se llevó a cabo sin que se desarrollara previamente una apropiada investigación de las denuncias de abuso sexual que pesan sobre el juez de 53 años.
Tres mujeres, entre ellas la profesora de psicología Christine Blasey, han acusado a Kavanaugh de haberlas asaltado sexualmente cuando eran estudiantes. El juez rechaza de forma vehemente todas las acusaciones.
El nombramiento de los jueces de la Corte Suprema en Estados Unidos tiene gran peso político, porque los magistrados constituyen la última instancia de decisión en cuestiones sociales fundamentales.
Los jueces, que son vitalicios, son propuestos por el presidente, y el Senado debe confirmarlos en el cargo. El caso de Kavanaugh es especialmente importante porque se cree que su nombramiento inclinará la balanza a favor de los conservadores en el tribunal durante muchos años.