El Calbuco sigue activo pero en el Sur retorna la calma

Ayer, a medida que las cenizas del volcán se fueron disipando, la gente volvió a las calles en Bariloche, La Angostura y otras ciudades. Mendocinos que viven allí contaron cómo vivieron la tremenda erupción del miércoles. El recuerdo del Puyehue en 2011.

El Calbuco sigue activo pero en el Sur retorna la calma
El Calbuco sigue activo pero en el Sur retorna la calma

Tras un manto de neblina -como las Malvinas según la marcha-, pero en este caso un manto gris y espeso. Así amaneció el jueves por la mañana en Bariloche, Villa la Angostura y San Martín de los Andes como consecuencia de las cenizas expulsadas por el volcán Calbuco, ubicado en territorio chileno a casi 140 kilómetros de la primera de estas ciudades.

Con el recuerdo aún latente de lo que fue la erupción del Puyehue en 2011, los vecinos y turistas vivieron -y viven aún- un deja vu, aunque con consecuencias menos impactantes.

De hecho, a diferencia de lo ocurrido hace cuatro años -cuando el espeso manto de cenizas perduró en el aire durante más de tres días-, ya durante la mañana del viernes el aire se fue limpiando hasta volver prácticamente a la normalidad. No obstante, al mantenerse la alerta y la actividad en el volcán, son conscientes de que de un momento para otro la ceniza puede volver.

Ayer a la mañana las partículas se mudaron -con ayuda del viento- para el norte, afectando a la localidad de Catriel (Río Negro) y a la ciudad de Neuquén, donde se vio a la gente caminando por la calle con barbijos, así como también autos con altas capas de cenizas en sus techos.

“Ahora por la tarde es como que están queriendo disiparse las cenizas que aún quedan suspendidas en el aire, pero esta mañana era muy fuerte. Acá en Neuquén suspendieron las clases y la actividad de algunos empleados públicos”, destacó Flavia, una mendocina que vive en Neuquén y que -pese a que igual trabajó- aprovechó el cierre de las escuelas para ir con su marido y sus hijos a un mirador del lugar y tomarse fotos.

“Sentíamos que nos picaba la garganta, como si tuviésemos tierra. Desde anoche (por el jueves) hasta el mediodía de hoy estuvo pesado y se puso horrible. Mucha gente ni salió a la calle y la que lo hizo, anduvo con barbijo”, destacó.

Como la mayoría de los patagónicos consultados por Los Andes, Flavia destacó (con alivio) que las consecuencias de la actividad del Calbuco son más leves que las del Puyehue en 2011. "De a poco la gente va volviendo a la calle y todo a la normalidad", agregó.

En la ruta, en tanto, cada vez que pasaba un auto a una velocidad considerable levantaba toda una polvareda de ceniza, que se originaba principalmente por la que estaba acumulada en la calzada y no tanto por la que aún quedaba en el aire. En los arbustos y vegetación lindante al camino también se destacaba una capa gris que cubría las hojas.

En Bariloche, durante la tarde, la actividad también era normal y rutinaria. Pocos y casi nulos registros quedaban de las cenizas. “Ahora está todo bien tranquilo, pero ayer estuvo muy complicado”, destacó Mariano Casé, otro mendocino que está viviendo en Bariloche, más específicamente en una cabaña del kilómetro 18.

“Estamos más o menos a 100 kilómetros del volcán, más alejados del centro. Y apenas llegué fue la primera explosión, por lo que tuvimos que guardarnos y quedarnos en casa esa noche. Había mucha ceniza en el aire. Pero hoy ya estuvo más calmo y pudimos salir a comprar comida sin problemas”, indicó el joven.

En Villa la Angostura el panorama fue bastante similar. “El miércoles por la noche empezó todo. Se veía enrarecido el ambiente y sentíamos las explosiones, como truenos. Y el jueves por la mañana estuvo oscuro como hasta las 12. Fue como si no hubiese amanecido nunca y era todo por las cenizas. Pero ya el viernes volvió todo a la normalidad”, destacó un mozo de un restaurante.

“Igual en 2011 fue peor. Tuvimos tres días de ‘noche’ y era el mediodía, pero si mirabas al cielo parecía que eran las 3 de la mañana”, recordó.

No se suspenden las elecciones en Neuquén

El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, sostuvo que “no hay elementos” para suspender las elecciones del domingo, al responder los reclamos de la oposición ante los inconvenientes ocasionados en distintas zonas de la provincia por las cenizas del volcán chileno Calbuco.

“Suspender es una palabra grave”, planteó Sapag y consideró que “cuando habla de suspensión algún candidato es porque no se quiere subir al ring”, por lo que aclaró al diario neuquino La Mañana que esa determinación se tomará en base a datos científicos y no por “cuestiones partidistas o electoralistas”.

El mandatario planteó a la señal TN que “no hay elementos que configuren la única causa que le permite al gobernador postergar una elección, por ahora”, al remarcar que la Constitución provincial “no permite suspender las elecciones, salvo en caso de una catástrofe”.

Cenizas en Mendoza

Aunque no se perciben, están en la atmósfera. Las cenizas del Calbuco llegaron ayer a Mendoza, según el monitoreo del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

En su informe diario, el organismo comunicó que cubrían desde la mañana varias zonas del país a niveles altos de la superficie y continuaban su desplazamiento por el territorio argentino hacia el este. Desde el SMN destacaron que “su concentración es baja, por lo cual no afectan significativamente la visibilidad horizontal”.

“No hay que entrar en pánico. Sólo ocuparse del tema y no preocuparse. Para eso hay que seguir las recomendaciones básicas que son, sobre todo, cubrir ojos y vías respiratorias”, enfatizó el titular de Defensa Civil, Marcelo Dapás, quien destacó que el “micropolvo” podría tener mayor presencia en Malargüe.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA