En el otro vestuario estaba Alejandro Abaurre. Apenas se asomó los micrófonos llegaron hasta él, sin saber que del otro lado Sergio Scivoletto estaba escuchando sus declaraciones que luego desatarían la ira de su colega.
“El empate fue justo, más allá de todo propusimos jugar, quizá en los primeros minutos no nos adueñamos de la pelota, creo que después hicimos un gran partido”, señaló el Cachorro.
Abaurre también aseguró que el Celeste, por momentos, jugó mejor que Maipú: “Nosotros terminamos jugando mejor en el primer tiempo y arrancamos mejor de lo que lo terminamos. De ahí en más fuimos dueño de la pelota y el gol fue de una gran jugada con mucho toques, llegamos hasta abajo del arco, eso es lo que pregonamos”.
Abaurre también dejó en claro que con los cambios Gutiérrez mejoró en el partido y le dio más libertades al cerebro: Nico Arce: “Con el ingreso de Navarrete le dimos más profundidad al ataque y Nico (Arce) tuvo más socios para generar juego y eso le simplificó las cosas”, cerró.
Antes de subirse al colectivo que trasladaba a la delegación celeste, Abaurre fue consultado por las declaraciones de Scivoletto, pero el entrenador visitante decidió no entrar en polémicas: “A Sergio (Scivoletto) no le voy a contestar porque lo respeto y es un técnico respetado y que ganó mucho con Gutiérrez”, así se despidió Abaurre antes de subirse al colectivo.
También tuvo un encontronazo
Cuando terminó el partido Abaurre tuvo un intercambio de palabras con un hincha que lo insultaba, pero antes de llegar casi se va a las manos con Diego Báez, vicepresidente segundo de la Liga Mendocina.
“Me tiró una patada de atrás, esas son las cosas que no deberían pasar porque a veces uno se caliente con la gente que insulta, cosa que tampoco me debería pasar”, aseguró Abaurre.
El operativo de seguridad fue un éxito
Se habló mucho durante la semana sobre el operativo policial. La polémica entre el Ministerio de Seguridad y los dirigentes de Maipú se dio por la cantidad de efectivos para el encuentro, teniendo en cuenta que se jugó sin público visitante.
Omar Sperdutti siempre dejó expuesto que era mucho el dinero que tenían que desembolsar para hacerse cargo. Finalmente el dispositivo contó con 108 uniformados. Al final todo terminó sin inconvenientes y el derby se cumplió sin incidentes.
La única mancha negra se dio con un hincha Cruzado que ingresó al campo de juego y fue hasta la platea donde se ubicaron los dirigentes de Gutiérrez. Gendarmería actuó y el simpatizante volvió a la tribuna. Después todo se desarrolló con tranquilidad. Aunque es evidente que seguirán las discusiones en relación a la diagramación de los operativos.
