Stephen Gire y otros investigadores en África alentaban hace tres meses algunas esperanzas de que el brote de ébola pudiera controlarse, o al menos evitar que avanzara. Entonces fue el funeral de un curandero en Guinea. Más de una docena de los dolientes contrajeron allí la enfermedad, probablemente al tocar o lavar el cadáver, y llevaron el virus a Sierra Leona, según el seguimiento del ADN del virus que los científicos esperan les permita entender su comportamiento.
"Tuvimos este fuerte brote después que pareció que el brote empezaba a aflojar'', afirmó Gire.
El ébola se propagó a partir de ese funeral y ya ha matado a por lo menos 1.552 personas en Africa occidental. El 40% de los casos se han registrado en las últimas tres semanas, según la Organización Mundial de la Salud. Funcionarios de la OMS dijeron hoy que el brote sigue acelerándose y que podría superar los 20.000 casos.
Gire y más de 50 colegas _cinco de los cuales murieron de ébola mientras luchaban contra la enfermedad en África_ han identificado el código genético de esta cepa del virus, y al hacerlo comprobaron la mortífera incidencia del funeral. Esperan usar esa información para rastrear las mutaciones que podrían ser más preocupantes a medida que se prolonga el brote. Este trazado genético detallado también podría mejorar la manera de detectar y combatir la enfermedad, especialmente con la puesta a prueba de vacunas preliminares.
Hoy, funcionarios de los Institutos Nacionales de Salud anunciaron que han comenzado las pruebas preliminares de una vacuna contra el ébola. Los investigadores ya han experimentado con esta vacuna contra algunas de las más de 350 mutaciones de esta cepa del ébola para asegurar que los cambios en la enfermedad no arruinen los esfuerzos, dijo Pardis Sabeti, científica de la Universidad de Harvard y el Instituto Broad.
Ella y Gire, también en Broad y Harvard, son dos de los principales autores de un estudio, publicado el jueves en la revista Science, que sigue la pista de la cepa sobre la base de muestras tomadas de 78 pacientes.
El virus ha experimentado más de 300 mutaciones en comparación con las cepas anteriores, señaló Gire. Los investigadores también indicaron unos 50 puntos en el código genético en los que el virus ha mutado desde el comienzo del brote. Gire dijo que las mutaciones son más veloces que las de los virus de ese tipo, lo que dificulta combatirlo.