El púgil argentino Yamil Peralta perdió por puntos, fallo unánime, con el cubano Erislandy Savón, en pelea por los cuartos de final de la categoría 91 kilos, lo que significó su despedida de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
La pelea,como todas las de la competencia de boxeo, se realizó en el Pabellón 6 del Ríocentro y las tarjetas favorecieron al cubano por 30-27 y 29-28 (dos).
A Peralta se le escapó otra vez la chance de una medalla olímpica, ya que en Londres 2012 también perdió en cuartos de final ante el búlgaro Tervel Pulev, esa vez en fallo polémico.
Savón, sobrino del famoso medallista olímpico y campeón mundial amateur Vladimir Savón, fue un inobjetable ganador en un combate sin relieve y con un planteo que fue un calco en los tres rounds: el cubano ganó el centro del ring y Peralta se movió lateralmente y buscó sorprender.
"Conecté los mejores golpes", dijo el argentino cuando terminó la pelea, quizás buscando un consuelo a la derrota. Lo concreto es que le faltó atacar, una regla elemental en el boxeo moderno en el que se premia a quien toma la iniciativa.
Y eso Peralta lo sabe de sobra porque compitió en Juegos Olímpicos, Juegos Panamericanos Toronto 2015 (bronce) y Mundial amateur Kazajistán 2013 (bronce).
Savón, que fue despojado de un claro triunfo en Londres ante el luego campeón olímpico y ahora campeón mundial Anthony Joshua, no fue mucho más efectivo pero tuvo el plus de tomar riesgos e ir para adelante.
Con el contraste de esta noche ya son cuatro los argentinos que se despidieron de Río 2016: Leandro Blanc en 49 kilos (sábado), Alberto Palmetta en 69 e Ignacio Perrín en 60 (domingo) y esta noche Peralta.
Al pugilista bonaerense le queda al menos el mérito de ser el único que ganó una pelea: el lunes ante el alemán David Graf.
Mañana se presentará otro olímpico, Alberto Melián, en 56 kilos, frente al ghanés Omar Abdul, y el sábado combatirá Fernando Martínez, en 52 kilos, ante el búlgaro Daniel Asenov.