La historia de Alberto Palmetta es parecida a la de muchos boxeadores que hacen lo que sea para conseguir su sueño de ser campeones del mundo.
Este bonaerense ex integrante del equipo de boxeo "Los Cóndores" tiene un costado más épico, ya que cuando decidió dejar Argentina vendió todo lo que podía para poder pagar su pasaje a Miami.
Al principio le "puso el tarrito" a su Renault Clío, pero le costaba venderlo hasta que la necesidad lo llevó a tener una idea: organizó una feria americana y vendió toda su indumentaria de boxeo.
Allí conseguió parte del dinero para el pasaje, ya que con la otra parte colaboraron Mario, un amigo de su tío, y se sumaron Agustín y Marcos, alumnos de sus clases de entrenamiento personal que se habían convertido en sus amigos. "Les prometí que les iba a devolver esa plata, pero los dos me respondieron lo mismo: 'Cuando pelees por el título del mundo, mandame el pasaje porque voy a querer estar con vos'".
Palmetta viajó y no la pasó bien por promesas incumplidas y por la barrera del idioma hasta que llegó a Gardner Payne, el manager de otro argentino y ex compañero de Palmetta en la Selección, Marcos Escudero, y comenzó a entrenarse con el puertorriqueño Lou Martínez.
Dentro de los problemas que tuvo que resolver Palmetta estaba el idioma, por eso comenzó a estudiar y reforzaba viendo la serie "Fiends" sin subtítulos para adecuar el oído.
Allí comenzaron a llegar los resultados positivos, al punto que este año apunta al título mundial wélter, aunque la palabra campeón se la ganó hace rato.