Las ferias y los mercados callejeros como forma de intercambio de bienes y servicios se reedita hoy con la fuerte concientización a nivel global de una conducta responsable con el planeta y una alimentación consciente. Una tendencia que volvió primero a ciudades como Nueva York, donde desde 1976 se reúnen tres veces por semana los productores locales en el Farmers Green Market de Union Square, en pleno corazón de Manhattan, para vender panes, frutas, pasta seca artesanal, granos, pastelería casera, flores, mermeladas y hasta lanas teñidas con pigmentos naturales, a la vieja usanza.
El auge de la apuesta por nuevas conductas que apuntan a una vida saludable y una amplia oferta pensada para veganos y celíacos (acostumbrados a quedarse siempre afuera de los mejores planes, si se trataba de comida), congrega actualmente un público enorme –principalmente jóvenes adultos de entre 20 y 40 años- en diversas locaciones rotativas de la capital del país, donde se instala Buenos Aires Market.
Es un mercado pop up que una vez al mes y durante dos días (sábado y domingo) extiende sus 70 puestos con más de 600 productos para degustar, comprar o comer ahí mismo, atractivas propuestas que suman clases de cocina, talleres con tips para adquirir hábitos más sanos, gimnasia, juegos infantiles, cine ecologista, estaciones gastronómicas clásicas, gourmet o con el sello de cocineros famosos. Un plus: precios especiales y la entrada es libre y gratuita.
Ediciones anteriores han tomado lugar en el Dorrego, el Rosedal, Parque Rivadavia, La Boca, Parque Las Heras, Plaza Unidad Latinoamericana, Caballito y Barrancas de Belgrano, entre otras. A través de la web y el Facebook se puede chequear las próximas fechas y lugares. Probablemente sea el mercado onda verde que hizo más ruido en el último tiempo, la convocatoria en espacios abiertos es tan grande los domingos a la tarde, cuando la feria está por terminar, que apenas se puede avanzar entre la multitud (¡y ya se acabaron las mejores cosas!)
¿Qué comprar?
Productos orgánicos como frutas, brotes, verduras, hongos frescos, pollos y huevos de campo. Dulces orgánicos, entre $ 30 y $ 40. Schatzi ofrece semillas, arroces (blanco o integral), legumbres, cereales, azúcar orgánico y sin agroquímicos. Granola artesanal sin aceite y con avena orgánica, en sus versiones tradicional o con manzana y canela (180 g x $ 12 o 2 x $ 25), pero las favoritas son las almendras garrapiñadas con azúcar orgánico y coco, $ 30 la bolsita de 90 g. Aceite de oliva, granos, pastas, vinos.
Entre los productos gourmet, hay aderezos como paté de soja o pasta de zanahoria y ajo $ 30. Especias orgánicas dulces para condimentar el café o repostería con blends de coco, almendras, canela, vainilla, azúcar rubia, cacao, anís, clavo, cardamomo, $ 30 cada una o 3 variedades x $ 85 y vienen con recetario. Miel multifloral $ 18, citrus $ 20 y orgánica $ 23, o con nueces y almendras.
Las infusiones Heredia son muy buscadas en todas sus variedades -Meditación, Sedan, Adisol, Pasión, Invierno o los clásicos té negro, verde, rosa mosqueta, cedrón, menta o Earl Grey, cada caja de 25 saquitos cuesta $ 20. El nuevo blend Mumbai, de cardamomo, clavo de olor, anís, jengibre, cacao, canela y pimienta es uno de los favoritos. , ($ 20 en bolsitas). Las barras de cereal y semillas del Dr. Deli aportan fibra, energía y ayudan a reducir el colesterol en la feria se pueden comprar con precios promocionales en frascos de $ 35 y barras 3 x $ 25 (en farmacias el precio es de $ 12 cada barrita).
Compañía de Chocolates y Centro de Estudios del Café siempre son de los puestos más concurridos. El stand de Narda Lepes ofrece frascos de pimientos, alcauciles, chutney de berenjenas a $ 40, junto a molinillos de salsas en polvo en las variedades Pollito, Patagónico y Especiado. L’Epi, la boulangerie de los franceses Bruno y Olivier, es uno de los puestos más buscados con gran variedad de panes, para irse con una baguette de corteza crujiente o un pan de germen de trigo bajo el brazo.
Patio de comidas
Las mesas comunitarias invitan sentarse y disfrutar de los platos originales, bocados dulces, jugos y limonadas frescas. El Queso Brulé es furor entre los puestos de comida al paso: una mezcla de queso fontina y muzzarella dorado con especias en palito (como si fuese un helado), que cuesta solo $ 28.
Panchos Veggie (de soja) en pan de harina integral con aderezo caesar, mostaza con miel o kétchup natural y toppings de verdura fresca $ 15. Hamburguesas de quinoa, burritos vegetarianos, empanadas de soja y helados veganos y sin TACC son buenas opciones para quienes llegan a la hora de almorzar. En Veggie Street, las pizzas integrales se pueden pedir con brie, cheddar, rúcula o espinaca cuestan $ 40.
Fajitas mediterráneas con relleno de papines andinos, berenjenas, cebollas, tomates secos, aceitunas verdes y negras y aceite de oliva $ 25. Los toppings varían según la estación. Artemisia es uno de los puestos elegidísimo a toda hora, para comer in situ o llevar. Todo el mundo busca las limonadas -con jengibre o con frutos rojos, $ 20-, pero a la hora de comer la vedette es la hamburguesa de lentejas (también hay de arroz yamaní) con chutney de tomates, pepinillos agridulces, quesillo y mix de verdes en pan de hamburguesas casero ($ 45). Para llevar, pan integral semidulce con frutos secos y semillas $ 40, focaccias y budines de chocolate especiado, mandarina, zanahoria o naranja, entre otros.
De autor
Mooi es el restaurante que la Chef Jessica Lekerman tiene en Belgrano. La versión de Buenos Aires Market está íntegramente dedicada a la pastelería, con precios un 20% más bajos que en el local. Tientan los alfajores integrales con dulce de leche y coco, los budines de naranja con té verde, de limón con amapola y amaranto, de banana y nuez (para comprar por unidad y por porción). También hay torta de frambuesas de avena con crumble de frutos secos, carrot cake y waffle bar. El must: la torta húmeda de chocolate a base de cacao 70% ($ 35 la porción, vale cada peso de lo rica que es).
“Cada receta tiene su detalle, apuntamos a la calidad de la materia prima. La pastelería es un gusto y creemos que cuando uno decide dárselo, hay que dárselo bien”, señala Lekerman, quien atiende ella misma su puesto. La novedad son las donuts horneadas y súper livianas, que Jessica se propone desmitificar como un producto frito y pesado. Lindas, coloridas y vistosas, se suman a la tendencia de íconos de la pastelería como los cupcakes, los woopies, los popcakes y ahora los cronuts.
Paraje Arévalo debutó en Buenos Aires Market en abril con un Food Truck. Del otro lado, nada menos que el Chef Matías Kyriazis despacha alguna de las propuestas del día desde su camioncito al más puro estilo Nueva York. El hit: Huevos a baja temperatura, cocción a 63º durante 45 minutos en tres variedades: con chipirones y espuma de ajos asados, con crema de hongos y con ragout de cordero. Propuesta de platos con formato callejero desde $ 40 -un menú en su restaurante de Palermo supera los $ 300- con opciones como cordero braseado con crema de papas o roll de vegetales con queso, ambos $ 50.
Próspero Velazco Patisserie cautiva desde su puesto con el aroma del pain au chocolat, croissants, muffins, panes, roscas y galletas que hicieron famoso al pastelero uruguayo -hoy dedicado principalmente a eventos y a proveer de delicias a restaurantes y cafés de Buenos Aires-. Del otro lado del mostrador, su esposa Florencia atiende al público y recomienda los muffins con fruta entera que salen $ 15 o 2 x $ 25.
“El sabor es 100% jugo y ralladura, los panes están hechos a base de fermento natural, no de levadura”, aclara orgullosa. La premisa sigue siendo trabajar con técnicas artesanales, materia prima de altísima calidad y no usar ningún tipo de saborizante, conservante ni esencias artificiales. Los precios son promocionales y se consiguen manjares como panes veganos ($ 10) y granola de avena, coco, avellanas enteras y pasas rubias ($ 15). Las cookies de jengibre y miel, chips y nuez o avena y pasas son una delicia. Los croissants son 100% de manteca y cuestan $ 5.
Además
Clases abiertas y gratuitas de yoga y cocina, espacios de juegos infantiles, inflables y actividades para los más chicos. Puestos de diseño, decoración y curiosidades se suman a la propuesta de un fin de semana eco friendly.
La dibujería es un puesto muy apreciado por los chicos por sus famosas superficies dibujables. Se lavan en lavarropas y se pueden volver a pintar con cualquier tipo de marcador. Hay libros, mochilas, delantales, cartucheras ($ 50), manteles $ 140 de 1 x 1 metro.
La Estación Saludable del Gobierno de la Ciudad invita a realizarse controles de presión arterial y obsequia bolsas reutilizables para guardar las compras.
Información
www.buenosairesmarket.com
facebook.com/buenosairesmarket