La separación entre el mundo digital y el real cada vez será más delgada gracias a una nueva tecnología: los “beacons” o señales de corto alcance vía Bluetooth que permiten conectar las aplicaciones de los smartphones para realizar numerosas actividades, desde el pago electrónico en los comercios a otras tantas en el turismo o el hogar.
Los “beacons” permiten la geolocalización y las apps reaccionan con determinadas acciones. “Abren posibilidades para negocios completamente nuevos, será algo gigantesco”, afirma Suke Jawanda, jefe de marketing de Bluetooth Special Interest Group (SIG), un grupo dedicado a este tipo de tecnología.
La tecnología Bluetooth envía las señales de los “beacons” con un alcance de hasta unos 100 metros. Lo que se transmite es bien sencillo: una localización unida a un identificador (UUID - Universally Unique Identifier). Los emisores son del tamaño de un lápiz de labios y tienen en la punta un puerto USB para cargarse. Utilizan la tecnología Bluetooth LE (Low Energy), lo que los hace gastar mucho menos que, por ejemplo, un GPS.
SIG, a la que pertenecen más de 8.000 empresas, vende el producto bajo el nombre de Bluetooth Smart, y cada vez hay más aparatos que se comunican con el smartphone a través de este sistema: desde la pulsera biométrica que mide los movimientos o el sueño a los sensores cardíacos para corredores de larga distancia o los cepillos de dientes que transmiten al celular el tiempo de limpieza y la presión.
El servicio de pago PayPal, que pertenece a eBay, está probando el sistema en varios cafés y restaurantes en una zona de Berlín. A través de una aplicación se conectan las cuentas de los usuarios de PayPal con el sistema Orderbird.
Tres o cuatro clientes usan la tecnología cada día, señala el dueño de una panadería local, Stephan Zuber. Pero la mayoría sigue pagando en efectivo. Las costumbres de pago “son un proceso largo que apenas está empezando a cambiar”, comenta.
Los “beacons” pueden acelerar esta revolución. Un cliente puede quedar registrado en una tienda con una app instalada previamente y pagar sin sacar siquiera el teléfono del bolsillo, señala Matthias Setzer, de PayPal. “Nuestro proyecto es hacer invisible el pago”.
Si el usuario lo ha autorizado con anterioridad, el comerciante ve no sólo el nombre del cliente, sino también sus compras anteriores, por lo que puede asesorarlo mejor. Aunque estas posibilidades evocan también las peores pesadillas sobre registro y control de los consumidores, cuyo comportamiento queda archivado para ser visto y utilizado más adelante. "No compartimos estos datos con nadie", garantiza Setzer. "Quien no trabaje con seriedad en esto es expulsado del negocio".
También Apple apuesta por esta tecnología, que en su caso llama, como es tradición en la empresa, “iBeacons”. La séptima versión de su sistema operativo, iOS 7, ya la soporta desde el año pasado en los iPhones y iPads. La plataforma de Apple presenta la ventaja frente a Google de que es una única versión, frente a la fragmentación de hardware en el caso de Android.
“Los beacons son un paso más en la conexión entre el mundo real y el imaginario”, afirma Rayko Enz, de la firma alemana SIC Software GmbH. Su ventaja es la posibilidad de desencadenar determinadas acciones en determinados lugares.
El precio de un “beacon” bajará pronto a menos de cuatro euros (unos 5.40 dólares), opina Jawanda. En Londres ya hay una calle completa en la que los comerciantes los utilizan, la Oxford Street.
Esta tecnología cambiará de manera dramática el día a día, cree el informático Christian Goosen, que escribió un trabajo sobre el tema para la Universidad de Ulm. "Un día, todos podríamos llevar pulseras o tener beacons implantados y formar parte como personas del Internet de las cosas". DPA
Móviles enlazados al reloj
Si bien cada usuario le encontrará tal vez algunas otras funciones que le resulten útiles, hay consenso entre quienes ya cuentan con un reloj inteligente enlazado vía bluetooth a su móvil, en que las siguientes son las aplicaciones más prácticas.
Constituyen un modo discreto de estar al tanto de las llamadas, e-mails y mensajes que han llegado al teléfono en momentos en los que este debe estar completamente silenciado. Pensemos en reuniones o disertaciones, situaciones donde hasta la vibración del smartphone resultaría molesta; pues bien, contar con un gadget que vibre suavemente en la muñeca puede resultar útil.
Para quien se encuentra en tránsito, ya sea caminando o en el transporte público y lleva su teléfono guardado en su bolso, cartera, mochila o en el bolsillo, no tener que extraerlo para corroborar qué avisos ha recibido resulta una utilidad interesante.
Como nos pasa a la mayoría de los integrantes del mundo digital, la inmensa mayoría de los mensajes y avisos que recibimos pueden esperar para ser leídos, atendidos y respondidos. Mediante un rápido vistazo, el reloj permite determinar la importancia de esos avisos sin distraer nuestra atención más que unos pocos segundos. Finalmente, quienes tienen a la actividad física como un elemento importante en su vida pueden encontrar en estos gadgets a excelentes aliados: permiten llevar un registro de las distancias recorridas y las horas de sedentarismo.
Ya están disponibles en Argentina los relojes Sony Smartwatch 2 y el Samsung Gear 2.
El diálogo permanente
Bluetooth (BT, para simplificar) es una tecnología de conexión inalámbrica que sirve para que diferentes equipos digitales con BT dialoguen entre sí. En especial se usa en aparatos móviles (celulares, palmtops, MP3, notebooks), pero también en compus de escritorio e impresoras.
Bluetooth es la evolución del infrarrojo. Pero a diferencia de éste, los aparatos no necesitan estar enfrentados. Dos equipos BT pueden “charlar” en cualquier posición y con una distancia de hasta 10 metros.
El uso más simple que se le da a Bluetooth es en los autos: el conocido sistema de manos libres para hablar por teléfono celular. No evita la distracción de hablar pero por lo menos no le quita una mano al volante.
También por supuesto se usa mucho el BT tanto para auriculares, mandos de juegos y para controlar otros dispositivos, desde nuestros móviles, como por ejemplo el Apple TV. Ha quedado un poco atrás la moda de pasarse archivos, celular a celular, vía esta tecnología.