Tal como se descontaba en estos días en la City, el Banco Central se adelantó a la eventual baja de tasas para el financiamiento con tarjetas de crédito y decidió ayer ponerle un tope máximo a estas operaciones con plásticos.
El Directorio de la entidad que preside Miguel Pesce, reunido excepcionalmente un miércoles, aprobó una considerable baja de tasas tanto para las tarjetas bancarias como para las no bancarias.
La decisión surge luego de que el presidente Alberto Fernández pida expresamente que los bancos y las entidades financieras alivianen el costo del financiamiento de los hogares, como una manera de dinamizar rápidamente el consumo. Finalmente, y luego de una reunión el pasado martes donde participaron representantes del sector financiero, el ministro de Producción, Matías Kulfas, y Pesce, el directorio de la autoridad monetaria decidió, a través de las Comunicaciones A 6911 y 6912, impulsar una fuerte baja en las tasas de financiamiento de todas las tarjetas de crédito, tanto bancarias como no bancarias.
"La medida fue adoptada en el contexto de bajas consecutivas de la tasa de política monetaria y la desaceleración de la inflación, con el objetivo de proteger a los sectores más vulnerables e impulsar la recuperación del crédito al consumo", justificó la entidad en un comunicado.
Así, las tasas de financiamiento para tarjetas bancarias tendrán de ahora en más un tope anual nominal del 55%. El tope de esta tasa no podrá superar en 25 puntos porcentuales a la que los bancos cobran por los préstamos personales.
En tanto, en relación a las tarjetas de créditos no bancarias, el BCRA dispuso dejar sin efecto decisiones de la gestión anterior que modificaban la base de cálculo de la tasa y la elevaban considerablemente.
A partir de ahora, la tasa de interés de estas tarjetas no podrá superar el 25% del promedio de la tasa de créditos personales de las entidades financieras, excluyendo a las tasas de los proveedores no financieros de créditos.
En paralelo, tal como había adelantado El Cronista, el Central le congeló a los bancos la posibilidad de aumentar las comisiones ni de informar futuros incrementos por un plazo de 180 días. Para poder hacer frente a estas medidas, el Central anunció también ayer una reducción de los encajes para las entidades que participen en el programa Ahora 12.
"Para aquellas entidades financieras que se encuentren adheridas a ese programa la exigencia se reducirá en un importe equivalente al 35 % de la suma de las financiaciones en pesos que la entidad otorgue", detalló la entidad en la Comunicación A 6910. Antes de que se conociera oficialmente la decisión del Central, el pedido de Fernández ya había avanzado por el lado legislativo.
El senador nacional del Frente de Todos, Oscar Parrili, presentó un proyecto de ley para limitar las tasas de interés de las tarjetas de crédito, al considerar que los pagos de refinanciación de esas entidades "generan una situación de ahogo financiero que agrava la economía de las familias".
La iniciativa, que lleva la firma de una veintena de senadores del kirchnerismo, propone modificar el artículo 16 de la ley 25.065 de tarjetas de crédito y determinar la tasa máxima que puede cobrar los bancos "no podrá exceder la tasa de referencia que establezca el Banco Central".
"El límite estará dado por la tasa de referencia para las Leliq que informará el Banco Central mensualmente. Dicha tasa se encuentra actualmente en un 44% la cual es aún muy elevada", sostuvo el senador por Neuquén.