El decreto por el “barril criollo” permitirá fijar un precio para el crudo de u$s45, esto garantizará cierta estabilidad en el mercado local, pero para los usuarios, si bien no es de esperar que los combustibles bajen, tampoco deberían aumentar y cabe la posibilidad de que el Gobierno fije un valor hasta octubre.
El precio del barril quedó fijo hasta el 31 de diciembre, así como la quita de retenciones a la exportación de petróleo.
"El colmo sería que suban las naftas", afirmó el Presidente Alberto Fernández, en diálogo con C5N junto con la noticia que supone un precio sostén para la producción local del petróleo. "Hay que hacer un esfuerzo para tratar de parar la escalada inflacionaria que tiene mucho de especulativo", sumó el mandatario nacional, debido a que los combustibles impactan fuerte en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Las palabras del presidente tienen sentido en cuanto a cómo se conforma el precio en los surtidores (petróleo, más impuestos), y que hasta el momento reflejan una cotización del barril a u$s60, aunque el valor internacional tocó un piso de u$s20 semanas atrás.
En Argentina el nuevo monto será de u$s45, por lo que el valor de los combustibles tedría que tener en cuenta ese precio. En tanto que el Brent, que se utiliza en el mercado local ayer quedó por debajo de los u$s30, y tendría al menos u$s15 de margen, por lo que no cabría esperar un aumento en el precio de las naftas.
Ahora bien por cada litro de combustible, casi el 50% del precio corresponde al pago de impuestos, y si en octubre se revisa el precio de dichos tributos, el impacto en el precio final de las naftas y el gasoil podría hacer que subieran.
No obstante, un problema adicional para las petroleras es la fuerte caída de la demanda, y en tanto no se reactive el consumo, tanto estaciones de servicio como pequeños y medianos operadores serán los más afectados del sector durante la pandemia.