El Banco Central de la República Argentina (BCRA) realizó hoy la última licitación de Lebacs, en la que renovó $39.754 millones en esos instrumentos y pagó una tasa del 49,99 por ciento.
Esta licitación fue la última ya que el mes próximo, cuando se produzca el vencimiento de $69.818 millones de Lebac restantes, no habrá una nueva operación, y "así, en diciembre, las Lebac dejarán de existir", informaron fuentes de la entidad monetaria.
En la licitación de hoy la entidad que dirige Guido Sandleris recibió ofertas por $ 58.624 millones, adjudicándose $ 39.754 millones, en línea con el monto máximo a licitar anunciado que era de $ 40.000 millones.
El vencimiento total de Lebac era de $ 160.519 millones, con lo cual la renovación de hoy tuvo, según el economista Christian Buteler, un efecto monetario que generó una expansión por $122.234 millones.
A su vez, en la subasta diaria de Leliq (letras de liquidez) la entidad monetaria adjudicó un monto de $ 93.325 millones a una tasa promedio de 62,11%, sobre un vencimiento de $ 111.981 millones, lo que también generó una expansión monetaria por $ 19.768 millones.
Los $ 120.000 millones que quedan en stocks de estos títulos serán absorbidos a partir de mañana y en días subsiguientes a través de la colocación de Leliq solo para bancos y financieras, Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Lecap) a 91 días y tasa del 4%, y Letras en Pesos Ajustables por CER con vencimiento en febrero.
Esta licitación se da en momentos en que las tasas vienen bajando desde un máximo de 73,52% y se espera que para diciembre las Leliq queden debajo del 60%, según indicaron desde el BCRA el viernes pasado, y el dólar ronde los $ 37, cerca del piso de la banda cambiaria.
Sandleris afirmó a finales de octubre que no se acumularán las Leliq como pasó con las Lebac, que llegaron representar el 11% del PBI.
Desde el Gobierno destacan la diferencia sustancial del efecto que pueden generar en la plaza las Leliq contra lo que en algún momento los críticos llamaron "la bola de Lebac".
Mientras que las Lebac fueron instrumentos a los que accedían tanto los inversores institucionales como los individuales, las Leliq solo están en manos del sistema financiero, con lo que esta sólo diferencia redujo el impacto negativo que las Lebac podían provocar en la plaza doméstica en caso de presentarse alguna situación de incertidumbre económica.
Los tenedores individuales podían inyectar rápidamente las Lebac en el mercado secundario y desestabilizar las variables mientras que las Leliq, al estar en manos de bancos y atadas al encaje de los mismos, no tienen la posibilidad de liquidar el instrumento y generar el mismo efecto que las Lebac.
Por otro lado, desde el Ministerio de Hacienda indicaron que buscan "reducir el número de formatos de instrumentos de deuda pública en el mercado local, para concentrarse en los denominados en pesos nominales y en pesos vinculados a la inflación".