El Banco Central de la República Argentina (BCRA) simplificó el viernes el esquema de encajes con el objetivo de incentivar la prolongación de los tiempos de los depósitos a plazo fijo, sin impacto en la base monetaria.
El BCRA informó que resolvió "modificar la estructura de requisitos de efectivo mínimo con el objetivo de simplificar la estructura vigente y estimular una prolongación de los plazos de los depósitos, sin impacto en la base monetaria".
"La norma actual resuelve igualar los requisitos de efectivo integrables en pesos para todos los bancos pertenecientes a un mismo grupo. La modificación realizada, a la vez, fue calibrada de forma tal de neutralizar el impacto en la base monetaria y estimular el alargamiento de los plazos de los depósitos en pesos en el sistema financiero", aclaró el Banco Central.
Para las entidades del Grupo "A" (aquellas de mayor potencial) se establece para los depósitos a la vista un requisito de efectivo mínimo de 30% a ser integrado en pesos, 5% en BOTES 2020 y 10% en LELIQ.
Para los depósitos a plazo fijo de hasta 29 días de plazo residual, estos porcentajes se establecen en 17%, 5% y 13%, respectivamente.
Estos requisitos se van reduciendo a medida que aumenta el plazo de los depósitos, reflejando el menor riesgo implícito por la mayor duración de los mismos. Los depósitos de más de 90 días de plazo residual no tendrán requisito de efectivo mínimo.
Para las entidades del Grupo "B" se definió llevar la exigencia a la vigente hasta el 21 de junio de 2018. En esa fecha se dispuso una suba de efectivo mínimo integrable en pesos de igual magnitud para entidades de los grupos "A" y "B", un criterio distinto al seguido en las modificaciones posteriores.
Luego de conocida la noticia, desde el Fondo Monetario Internacional (FMI) respaldaron la medida. "El FMI recibe de manera positiva la decisión de las autoridades argentinas de reformar el marco de requisitos de reservas del país", destacó en un pequeño comunicado. "Los cambios propuestos por el Banco Central de Argentina son consistentes con el marco de política monetaria actual y no alteran los objetivos de base monetaria anunciados, al tiempo que hacen que el sistema actual sea más transparente, más simple y eficiente", agregaron desde el organismo.
Esta modificación en el régimen de efectivo mínimo no tiene impacto en el requerimiento total, y por lo tanto tampoco en la base monetaria, pero sí implica modificaciones en el requerimiento a nivel de entidad.
Las mayores diferencias entre la posición actual y la nueva posición requerida se observan en las entidades pertenecientes al Grupo "A", con vigencia a partir del 1 de febrero de 2019. Para las entidades del Grupo "B", el nuevo régimen entra en vigor el 1 de enero próximo.