Inmerecido o no, la Lepra no pudo en tierras tucumanas y terminó cayendo por la mínima diferencia. El equipo de Daniel Garnero tuvo chances claras para marcar pero no fue efectivo y ahora se complica acceder a uno de los ascensos que arroja el torneo.
De ida y vuelta. Así fueron, mientras estuvieron las luces prendidas, los primeros 45 minutos. Y justo con la ida de la energía eléctrica en el estadio tucumano, también se fue el protagonismo del local.
Hasta el corte de luz era más Atlético Tucumán que propuso, pero sólo llegó con disparos de media distancia que fueron bien controlados por Ayala.
Cuando volvió la luz, mejoró la Lepra. Es que el equipo de Daniel Garnero comenzó a controlar la pelota y defensivamente ajustó las marcas. Los jugadores azules se repartieron las chances claras de gol.
Lo tuvieron Rearte y González Vega, pero la más clara nació de una jugada entre Castorino y Parisi que terminó rematando el paraguayo y la pelota se fue cerca.
Pero el Decano también llevó algo de peligro, sobre todo cuando la pelota pasó por los pies de la “Pulga” Rodríguez, que estrelló un remate en el palo.
En la segunda parte, el local volvió a tomar el protagonismo y los cambios le vinieron bien. Sin embargo cuando el Azul apretó el acelerador, el Decano sufrió, pero la Lepra no fue efectiva.
A seis minutos del final, el ingresado Leandro Díaz aprovechó un rebote y marcó el gol que a la postre, le dio la victoria al tucumano.